Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Archivo para 2009

El souvenir del Patán

martes, noviembre 10, 2009

De soplas y por arrastradota, además de la piedrita original del Muro que le traje a todos mis amigos, al Patán le conseguí una cosita bien curiosa. Un día helado me fui a clavar a uno de los tantos museos de las pulgas y encontré esta antigüedad (tiene más de cien años) a un precio muy módico: es una reproducción en miniatura (como para tomar tequila), de las jarras tradicionales de hierro que se usaban para tomar cerveza, de esas que tienen tapita. O sea, qué mejor regalo para un macho que se los echa?

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Die Mauer ist weg!/El muro ya no está

lunes, noviembre 9, 2009

Hoy, pero 1989, a 9640 kilómetros de aquí: En la República Democrática Alemana, alias la RDA, donde hombres con ideoleogía marxista comunista comían chiquitos de postre y de desayuno, sobre todo a aquellos a los que no les habían logrado lavar el coco, la cosa estaba que ardía.

Desde el 7 de octubre, aniversario 40 de la fundación de la RDA, la gente se lanzaba a las calles, en Leipzig, todas las noches, en Berlín, primero en las calles de los barrios contrarrevolucionarios, donde vivían los artistas y los progres. Después, directamente en la arteria principal de la ciudad.

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Mesa para uno

viernes, noviembre 6, 2009

En Alemania agarré muchas mañas. Algunas buenas, algunas malas. Una de esas (de las peores), fue (que me acostumbré a) comer sola. Así que hoy a medio día, después de expirmir la lista de posibles candidatos y no encontrar a nadie, me rebelé contra la idea de comerme una ensalada empacada frente a la compu y muy matoncita cogí mis cosas y me dirigí al Hotel, a comer al buffet.

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Chan Chán!

viernes, octubre 23, 2009

Wie es von Marlene Dietrich gesagt wurde/ Como lo dijo Marlene Dietrich – la enorme, la teatral, la diva- agrego yo:

Y mi traducción libre- muy libre-  de alguna sus líneas

(depués de comparar las ventajas de otras cuidades:)

Hoy, a pesar de todo , cada vez que me río, siempre pienso en Berlín

Toda la felicidad de tiempos pasados están dentro de esa pequeña maleta

Cuando tenga nostalgia, entonces regresaré de nuevo aquí

Gracias a todos los que me acompañaron en esta aventura. Gracias por leer.

Si alguno sabe de alguna empresa loca que me quiera mandar a viajar para escribir de lo que veo, lo que me pasa y de lo que le pasa a los otros, me avisan. No me molestaría considerar un cambio de carrera.

Fix und fertig/ Todo listo

viernes, octubre 23, 2009

Ya tengo todo empacado. ya fui a darme la última vueltita. Ya pedí el taxi con servicio agregado de jalar las maletas los 4 pisos para abajo. Ya solo me queda esperar.

Hace unos días, decía que no me quería ir. Hace más o menos 48 horas, me entró una alegría real, una emoción de pensar en el regreso. Mi vida, la real, está en Costa Rica, no aquí. En Costa Rica está la mayoría de la gente que quiero. Es el lugar donde quiero algún día que crezcan mis hijos, donde yo me quiero hacer vieja, donde la vida para mí tiene sentido.

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Aus Siberien, mit Liebe/ De Siberia, con amor

jueves, octubre 22, 2009

Tatiana ha sido compañera nuestra en este segundo curso. Se ve como me imaginaba yo a la reina del hielo, muy blanca, muy rubia (natural), y de ojos celestes. Viene de Siberia. En clases, nos saca un poco de quicio, porque siempre quiere saber exactamente porqué tal cosa gramatical es así y no asá y hacer comparaciones con el ruso. Esas discusiones terminan con la profe, muy frustrada,  diciéndole dulcemente que de verdad, que no se estrese por eso, que no es importante; la mitad de la clase riéndose, ella muy roja y yo diciéndole «Bueno es así porque así lo quiso Dios y cuando dios quiere algo en alemán, no se le discute, se le obedece. Y punto!» («Es kommt von Gott!»), que es la explicación que a mí siempre me dan en Costa Rica cuando me pongo necia en clases.

Ayer coincidimos al almuerzo y yo aproveché para entrevistarla para estas Alamedas. Le aclaré que ella era la única persona de Siberia que conocía, que jamás me imaginé que hubiera allá algo más que gulags, nieve y mucho frío. Esto fue más o menos lo que me dijo:

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Kósono, Kinga

martes, octubre 20, 2009

Tenía todo para llegar de mal humor. Había esperado 4 horas en Berlín, porque el vuelo se atrasó gracias a lo que parece ser una norma del viaje aéreo en Europa: Los franceses están en huelga e inmovilizaron el aeropuerto. Mientras esperábamos, nos desalojó la seguridad por culpa de una maleta negra sin dueño aparente. Acordonaron el área y vocearon al «Señor o señora que dejó una maleta negra desatendida en la terminal B», mientras que los otros pasajeros y yo temíamos que las amenazas recientes que hizo Al Quaeda contra Alemania, cuyo plazo se cumplía precisamente ese fin de semana, se cumplieran.

Aterrizando en Budapest, viendo un aeropuerto gris sin promesas de nada, bajando por las gradas del avión, llevando frío, pensando en las incomodidades de una línea área de bajo costo y en lo que finalmente me había terminado costando, iba refunfuñando «Nadie me tiene de muerta de hambre. Todo por escoger lo más barato. Ahora llego yo aquí y ya no está mi amiga esperándome y cómo putas llego al Hotel y que esto y que lo otro».

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Goin' Postal or/oder Die Post gegen mich

lunes, octubre 19, 2009

Como ya se acerca la hora del ritorno a la patria, llevo como dos semanas tratando de encontrar una solución casi que aritmética para meter tanto chunche en las dos maletitas que me traje. Cornelia incluso sugirió que dejara ropa que ya no quisiera para regalar. Y en efecto, estoy dejando dos o cuatro cosas, pero no me solucionan el problema creado por el consumo desenfrenado e incontrolable de souvenirs y chunchitos.

Cuando me empecé a preocupar, fue cuando se me ocurrió averiguar cuánto me cobraban por sobre peso. Ya estaba advertida por Marcelo que solo me quedaban 7 kilos de espacio para cositas normales. Pero como me dislexia espacial me impide saber cómo se ven o cómo se sienten 7 kilos, yo seguí en lo mismo de siempre. Sin pensar que las partes del muro de Berlín que llevo para los amigos (que son auténticas, para que sepai!), al fin y al cabo son piedras y que las piedras, pesan.

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Tschüssie, liebe Cornelia

domingo, octubre 18, 2009

Yo ya conté aquí las congojas que pasé el día que llegué a la que ha sido mi casa estos dos meses. Mi verdadera casa. Tan a gusto me siento aquí, que ya mi cuarto se ve como el mío en Costa Rica: como si le hubiera pasado un huracán por el medio, con promesa diaria de ordenamiento.

Este apartamento, en Lohmeyer 14, Charlottensburg, es de verdad, el lugar que en Alemania llamo casa, a donde quiero llegar en las tardes, donde me siento tranquila, segura, protegida, feliz.

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Aportes internacionales IV: La importancia del mensaje subliminal

miércoles, octubre 14, 2009

Xin-We es China de China continental y se sienta en mi mesa.  Ella estudió en la Universidad germanística y es profesora de alemán en China. Porqué alguien que tiene el alemán como carrera está en el mismo nivel que yo, es algo que no me animo a preguntar.

Yo, que soy curiosa, me paso preguntándome qué pensará Xin-We cada vez que oye a algún baboso hablar mal del sistema comunista o le achacan a China la violación de derechos humanos. El día nacional de China, ella me contó que estaban de fiesta, que celebraran no sé cuántos años de revolución y andaba contenta. Por meterle conversa, la felicité por el acto de inauguración de las Olimpiadas y se notaba que se sentía orgullosa. A veces le pregunto si ella tiene que pagar su apartamento, si tiene vocabulario revolucionario, si es producto de la política de un solo hijo, o que me cuente más de su vida en China.

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