Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

John Wayne

Pato y yo nos topamos al Patán en el parqueo, así, de casualidad. Después de saludos y preguntar por los perros de ambos, nos pregunta qué hacemos ahí:

Venimos de la psicóloga.

Se echa una risilla traviesa y le dice a Pato:

Mae, usted cuándo ha visto que John Wayne fuera a la psicóloga, pedazo de playo?

Pato, que no sabe quién es John Wayne ni qué significa playo, pensó que era una broma- pesada, pero lo era y le demostró que sabe usar malas palabras:

Mae, vaya a comer mucha mierda hijueputa…

Y nos despedimos entre risas y amenazas del Patán de pichacearlo si decía malas palabras y Pato respondiéndole que no fuera tan maricón, etc.

Ya en el carro, oigo su vocecita desde atrás:

Mami, pobrecito ese señor John, porque si nunca fue a la doctora de las emociones, cómo hace para manejarlas? El sabía que se vale llorar y hablar las cosas que le pasan a uno?

Una gota de lluvia en “John Wayne”

  1. Gabriela dice:

    Me encantó eso de «doctora de las emociones».

Y vos, ¿qué pensás?