(Nota de Sole: A petición… Para pedidos, solentiname_isla@hotmail.com) “Diógenes-es-tá-loooooo-co!- Diógenes-es-tá-looooooo-co” y corríamos restregándole inquietos nuestras canciones infantiles, detrás de él y de sus perros, por los caminos y las ciudades, levantando una alegre nube de polvo. Diógenes nos gruñía mostrándonos…

Hay cosas que ya no se tienen que hacer a caballo. Hay otras que solo a caballo pueden hacerse.

Hay dos cosas en las que mi inutilidad absoluta e imposibilidad de redención han quedado amplia y ridículamente demostradas incluso en situaciones públicas y comprobables. La matemática y la filosofía. Yo soy de las que obtiene cinco resultados diferentes sumando…

Anoche soñé que entonces, en este año nuevo, voy a hacer mío el cliché de vida nueva que se traduce en obsesiones nuevas o por lo menos en librarme del yugo de las anteriores. Reviso y renuevo el plan malévolo…

Sweet the sinbut bitter the taste in my mouth No me detiene la amenaza de pecado, porque entre las ventajas de ser descreido, es que no se amilana ni achicopala uno con un anuncio de castigo por más divino que…

1. La señal de mi celular se pierde cada 3 minutos y se bloquean las centrales del ICE. Es imposible tratar de hablar con alguien. Coincidencias de la vida, tengo muy presente que todavía no han acusado a nadie en…

Estos días de fin de año marcan la muerte temporal de todas las oficinas estatales en que algún abogado pueda pretender hacer un trámite. Por eso, todo se alborota en esta última semana, y anda una a brincos y a…

Atenti! A todas aquellas que sienten que ya las dejó el tren y cada vez que lo ven pasar por Chepe o escuchan su tétrico chucu chucu se estremecen… A todas aquellas que las acosa la edad, la mama/tías/abuelas/primas/tésdeseñoras/compañeras de…

A veces me entra una paranoia de las bravas. Sobre todo cuando dependo de alguien más para que me explique algo que de lo que no sé nada. Los veterinarios, por ejemplo, me sacan de quicio. No tengo ningún amigo…

Estaba yo cómodamente ubicada en mi charco de depresión navideña. Mis otrora pizpiretas ojitos negros, miraban tristones alrededor, y esos colores chillones y holydayeños, verdes, rojos, dorados y plateados, los veía como en el primer tele que tuvo mi abuela…