El libro de la vida
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desde la isla de
Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.
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Cuando David Salomon se bajó del barco, no quiso irse con los demás para San José. No tenía ni primos ni amigos que lo estuvieran esperando. En el campo de personas desplazadas, los médicos le habían dicho que tenía que…
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Llevaba como unos 25 años de no ir a fiestas infantiles. Hice maromas para sustituir clases, cancelar compromisos, evitar enredos y me preparé tanto, que se me olvidó comprar el regalo. Bucear una tienda abierta en Escazú a las 10…
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5:58 am Voy a la Coca Cola a recoger unos muchachos que nos están haciendo una construcción en el kinder. Tengo que esperarlos 10 minutos. Un indigente revisa el basurero, y luego, con el mismo interés, ronda cinco veces mi…
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Cruzaron el Golfo de Nicoya en una noche sin estrellas, en una panga, cuatro mujeres solas, con los motetes a cuestas. Llegaron a la finca del Tío Jorge, en Abangares, hasta la tarde del día siguiente, todas sudor, todas polvo…
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Anoche, saliendo de Multiplaza, en la rampa para entrar a la pista rumbo a San José, sentí (más bien escuché ese arrugarse de la carrocería) donde pegué (el carro) con algo (presumiblemente otro carro). En la oscuridad, me pareció ver…
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Tengo para vos un regalo: 24 horas sin computadora, televisor, celular, teléfono, perro familiares, clientes, documentos, contratos, mandados o amigos. Para nosotros, ná más. El viernes, sí. El mismo día que estas alamedas cumplen tres años de estar cibernéticamente abiertas…
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No recuerdo bien el año. El numerito, digo. El cuándo lo tengo claro: Baltazar Garzón, un juez español, ordenó por primera vez la captura internacional de Pinochet, por criminal. Por delitos de lesa humanidad. Y el generalísimo, apoyado como siempre…
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Al lado de la piscina de un hotel cinco estrellas, no se siente calor. Hay una brisa fresquita, como controlada por aparatos secretos escondidos en alguna palmera. Hasta las moscas que merodean la mantequilla batida con hierbas, se ven aseadas.…
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Las mujeres de mi generación arreglábamos todo a pellizcos. Los había de todas las modalidades, los que se centraban en el pellejo, los que enchilaban, los que agarraban gordo, los que no hacían nada. Había una cierta vocación de mártires…
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Sábado de cualquier mes del último año. Yo, sentadita en un pupitre de un aula de mi facultad, tratando de poner atención, pero molesta de estar escuchando anécdotas y logros personales en lugar de información útil. Entonces la profe dice…