En Villa Grimaldi
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Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.
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Me siento en el Bosque de los Abedules, donde los cuadros de hierba marcan el 1 X1 de las casitas de madera que retuvieron hasta 4 prisioneros. Les cuento, en el silencio de las hojas de los árboles, que escribí…
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Los 33 grados diarios y las caminatas me tiene color tinaja. Hoy me enmuñequé para la reunión y salí valiente a enfrentar el metro, con el Antídoto de la mano, eso sí. Le llevo medio cuerpo a la mitad de…
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A las 6 de la mañana, me despierta un temblor. En la inconciencia quiero ponerme las tennis y salir, como siempre, a los gritos despavoridos. El Antídoto me sostiene. Estamos en un cuarto piso, doble puerta, 4 cerraduras. La tele…
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Así como Panamá es tolerable viviendo en Paitilla, y san José se tolera desde un penthause en Escazú, Santiago en verano se soporta cómodamente en Las Condes. Será por lo que decía Víctor Jara de que los ricos siempre son…
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Es la primera vez que camino tanto desde junio, cuando me lesioné mi patita. En el partido comunista, compramos los relojes conmemorativos. Justo a tiempo, porque ese dìa en la tarde, cierran y se unen a los actos conmemorativos de…
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Están cambiando la guardia frente a La Moneda. Los turistas toman fotos y videos. Yo no soporto ver botas militares y morisquetas prusianas de disciplina marcando el paso, mucho menos aquí y como la más tonta, lloro y exijo que…
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Nunca falta el burro que se saca toda la ropa para pasar por seguridad y se mete las monedas de 20 pesos en el boxer y atrasa toda la fila. Esta vez era un compañero de la U, asì que…
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El viernes, a las 8 am, anunciarán que pueden subirse los pasajeros de Copa con destino a Panamá. Aunque nuestras filas están atrás, yo empezaré a joder al Antídoto que se levante, que se mueva, que se apure y estaré…
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“Hace mucho tiempo vivía en el norte de China un anciano conocido como el Viejo Tonto de las Montañas del Norte. Su casa miraba al Sur, y frente a ella, obstruyendo el pasa, se alzaban dos grandes montañas. El Viejo…
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No, si no me dolió. Para nada. Hace mucho tiempo que no le tengo miedo a los doctores ni a las agujas. Si lloré, es tal vez porque hace mucho necesitaba llorar así, sin amarras. Fue además porque justo cuando…