Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Autor: solentiname

  • Berlín Mitte

    desde la isla de

    Estamos en el hotel con el mejor desayuno hasta ahora. Queda en la parte este de Berlín, que yo prácticamente no conocía. Hay muchas opciones calientes y postres. Me llama la atención que en todos los lugares hay siempre ensaladas de varios tipos y muchos de los clientes desayunan ensalada. También que aquí se consume…

  • Leipzig

    desde la isla de

    Ya iniciamos el largo regreso a casa. Llegamos a Leipzig en un ICE, cada uno en su campo, con suficiente espacio para las piernas y las maletas, sin gente de pie, peeero… en el vagón familiar. Hay un vagón de silencio absoluto. Hay otro donde es prohibido usar cualquier aparato electrónico. El de familia es…

  • Un reloj que baila

    desde la isla de

    Desde temprano agarramos un tranvía para irnos a la plaza Marienplatz, donde se supone que se fundó la ciudad hace más de 1000 años. La leyenda dice que el nombre München viene de Monkchen, que significa monje pequeño. Según esa misma leyenda, en realidad fue una monja muy joven la que señaló donde tenía que…

  • Las peripecias y penurias de no viajar en primera clase

    desde la isla de

    Después de dos días de sol y brisa en Dresden, hoy amaneció con la famosa niebla que se levanta desde el Elba, solo que no se fue nunca. Yo con mi suéter en estado de desaparecida y la calle a 10 grados tirando para abajo. Todos los peatones con sus jackets de invierno y yo…

  • Los días de silencio

    desde la isla de

    Jueves y viernes santo no son feriados aquí. Pero tampoco son para andar haciendo loco. En esos dos días está prohibido bailar, así que cierran las discotecas y clubes. También es prohibido cualquier espectáculo público y la venta de alcohol. Hay rótulos recordándole a la gente que por favor tengan consideración para aquellos que conmemoran…

  • París a la orilla del Elba

    desde la isla de

    Cuando mi abuela quería rajar, sacaba a relucir su viaje a Buenos Aires, en una época que pensar en ir allá era una locura por impagable. “Has ido, no?” – esa era la introducción. Obvio que le contestaban que no. Y entonces, con fingida lástima decía – “Tenés que ir. Es París en América del…

  • Las flores son de verdad

    desde la isla de

    Las flores son de verdad Anoche el cuerpo confirmó lo que ya la mente sabía:  quedamos agotados. Dormimos 12 plácidas horas y luego, al zoológico. Marce no dice nada pero no hace falta que lo diga. Este no es viaje para ver cómo quedó el bunker de Hitler, ni para ver la exposición del Terror…

  • El pálido sabor de las naranjas

    desde la isla de

    El pálido sabor de las naranjas Me gustan las tradiciones. Como esa de intoxicarme con la primera cena que hago cuando vengo a esta ciudad y tener que comprar de emergencia una botella de agua para que suelten el código del baño. Responsabilizo al Sahne: lo que usan aquí en lugar de la crema dulce…

  • And it’s all coming back to me now

    desde la isla de

    La larga noche de las nalgas planas, sobrevolando el Atlántico. El control mental para no descompensarse de sentirse en una lata de sardinas sin espacio para moverse para ningún lado. El niño que se despierta no sé cuántas veces en la noche y me habla para verificar que estoy ahí y me despierta a mí.…

  • El inicio de la vergüenza

    desde la isla de

    Desde siempre, Pato me ha tirado besos desde cualquier lado. Basta que me vea o que le haga una trompita para que lo haga. Siempre. No importa el lugar, la hora, el escenario, la condición. Hasta el viernes. El estaba en la clase de natación, con Jimena, que es casi de la misma edad, pero…