Autor: solentiname
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Si tenían el pendiente
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desde la isla de
Todos mis males son producto de una infección urinaria, porque en el viaje no tomé suficiente agua y se me olvida que Alemania es como una enorme máquina de secar seres vivos y quedé como BoB Esponja cuando lo dejan al sol y mis riñones reclamaron y por eso me dolía todo y todo me…
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May the 4th be with you
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desde la isla de
El regreso no fue fácil. Mi reloj biológico no se ha terminado de ajustar. Me despierto a la 1 o 2 de la mañana. Poco a poco se fue corriendo a las 3. Y con ayuda de un antialérgico, pasó a las 6 am. Mi estómago se reveló. Básicamente todo lo que he comido me…
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Berlín Mitte
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desde la isla de
Estamos en el hotel con el mejor desayuno hasta ahora. Queda en la parte este de Berlín, que yo prácticamente no conocía. Hay muchas opciones calientes y postres. Me llama la atención que en todos los lugares hay siempre ensaladas de varios tipos y muchos de los clientes desayunan ensalada. También que aquí se consume…
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Leipzig
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desde la isla de
Ya iniciamos el largo regreso a casa. Llegamos a Leipzig en un ICE, cada uno en su campo, con suficiente espacio para las piernas y las maletas, sin gente de pie, peeero… en el vagón familiar. Hay un vagón de silencio absoluto. Hay otro donde es prohibido usar cualquier aparato electrónico. El de familia es…
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Un reloj que baila
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desde la isla de
Desde temprano agarramos un tranvía para irnos a la plaza Marienplatz, donde se supone que se fundó la ciudad hace más de 1000 años. La leyenda dice que el nombre München viene de Monkchen, que significa monje pequeño. Según esa misma leyenda, en realidad fue una monja muy joven la que señaló donde tenía que…
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Las peripecias y penurias de no viajar en primera clase
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Después de dos días de sol y brisa en Dresden, hoy amaneció con la famosa niebla que se levanta desde el Elba, solo que no se fue nunca. Yo con mi suéter en estado de desaparecida y la calle a 10 grados tirando para abajo. Todos los peatones con sus jackets de invierno y yo…
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Los días de silencio
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desde la isla de
Jueves y viernes santo no son feriados aquí. Pero tampoco son para andar haciendo loco. En esos dos días está prohibido bailar, así que cierran las discotecas y clubes. También es prohibido cualquier espectáculo público y la venta de alcohol. Hay rótulos recordándole a la gente que por favor tengan consideración para aquellos que conmemoran…
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París a la orilla del Elba
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desde la isla de
Cuando mi abuela quería rajar, sacaba a relucir su viaje a Buenos Aires, en una época que pensar en ir allá era una locura por impagable. “Has ido, no?” – esa era la introducción. Obvio que le contestaban que no. Y entonces, con fingida lástima decía – “Tenés que ir. Es París en América del…
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Las flores son de verdad
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desde la isla de
Las flores son de verdad Anoche el cuerpo confirmó lo que ya la mente sabía: quedamos agotados. Dormimos 12 plácidas horas y luego, al zoológico. Marce no dice nada pero no hace falta que lo diga. Este no es viaje para ver cómo quedó el bunker de Hitler, ni para ver la exposición del Terror…
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El pálido sabor de las naranjas
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desde la isla de
El pálido sabor de las naranjas Me gustan las tradiciones. Como esa de intoxicarme con la primera cena que hago cuando vengo a esta ciudad y tener que comprar de emergencia una botella de agua para que suelten el código del baño. Responsabilizo al Sahne: lo que usan aquí en lugar de la crema dulce…