En la música: Bongó, cumbia, merecumbé, marimba, candombe, merengue, bachata, mambo, samba, tambor, maraca, tango, milonga, pachanga.
Al comer: malanga, gandul, mamey, guineo, ñame, guineo.
En el cada día: quilombo, mambí, tanga, noño, candinga, candanga, jején, burundanga, bochinche, dengue, mandinga, zambumbia, chéchere, chola, safari, candonga, tombo, monga, motete y caramba.
En lo del más allá: vudú, orisha, Shangó, yoruba, ogun: La santería.
Y la intraducible, inexplicable, pero de todos reconocida, Cabanga. ¿Cómo no se iban a a acabangar? Si ya lo habían perdido todo.
Todo al ritmo del sóngoro Corongo. Porque el que no tiene dinga, tiene mandinga.
Prueben. Digan todas seguidas en voz alta. Puro sabor.
Más evidencia? servidos:
Aguanilé, en La Voz inconfundible de Héctor Lavoe. Aguan: limpieza, ilé: casa.
La de Marc Anthony tene un mejor arreglo, pero no le llega la voz.
Y la clásica:
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