“Hace mucho tiempo vivía en el norte de China un anciano conocido como el Viejo Tonto de las Montañas del Norte. Su casa miraba al Sur, y frente a ella, obstruyendo el pasa, se alzaban dos grandes montañas. El Viejo Tonto decidió llevar a sus hijos a remover con azadones las dos montañas. Otro anciano, conocido como el Viejo Sabio, los vio y, riéndose, les dijo: ‘Qué tontería. Es absolutamente imposible que vosotros, siendo tan pocos, logréis remover montañas tan grandes’. El Viejo Tonto respondió: ‘Después que yo muera, seguirán mis hijos; cuando ellos mueran, quedarán mis nietos, y luego sus hijos y los hijos de sus hijos, y así indefinidamente. Aunque son muy altas, estas montañas no crecen, y con cada pedazo que les sacamos se hacen más pequeñas. ¿Por qué no vamos a poder removerlas?”. Después de refutar la errónea idea del Viejo Sabio, siguió cavando día tras día, sin cejar en su decisión. Dios, conmovido ante esto, envió a la Tierra dos ángeles, que se llevaron a cuestas ambas montañas.” -Así lo contaba Mao
La versión china de "El cielo es el límite": "Que se abran cien flores, que compitan cien escuelas"
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desde la isla de
Gotitas de lluvia
Una respuesta a “La versión china de "El cielo es el límite": "Que se abran cien flores, que compitan cien escuelas"”
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Para ser ateo, Mao eligió el deus-ex-machina más Deus y menos machina posible.
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