Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

6:19

desde la isla de

6:19

Soñé que estaba solo por una noche en NYC. Al día siguiente mi vuelo salía a las 7:00 pm

Como siempre, tenía mucho que empacar y no suficientes maletas. Pero lo lograba.

Entonces me iba a Broadway a ver qué musical o qué obra lograba ver.

Entraba a un auditorio enorme, en el que he estado antes, en sueños. Pero no era un musical. Era un conversatorio, organizado por Beyonce o alguien así, sobre el aborto. Ella no salía y la verdad, de todos modos no soy fan.

Era una enorme decepción y pérdida de tiempo. Me salí antes y me di cuenta que eran las 6:19. A las 7 se iba el vuelo. El taxi me hubiera recogido a las 6. No tenía muy claro qué iba a pasar después

Sísifo

Cada rechazo, cada pérdida, cada vínculo genuino que se rompe por la razón que sea, me recuerda físicamente el dolor de cuando se apagó el sol en mi vida y de cómo nunca fui suficiente para que alguien se quedara. Siempre se iban. Y duele.

Filos

Los cuchillos de mi casa están tan afilados, que solo con acercar el borde a la piel, me corta. Tengo las manos llenos de cortadas finísimas, que pego en todas partes.


Gotitas de lluvia

Una respuesta a “6:19”

  1. Hay partidas que duelen, de las que no nos recuperamos, pero hay que seguir. No queda otra.

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