Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Royalty

Soñé que me iba a casar con alguien y él me contaba que, en realidad, él era un príncipe pero que no le contara a nadie. Como en los cuentos, pero guardando el secreto, como en la vida.

No sirvo para viajes en grupo, sobre todo a la hora del hospedaje. Tengo una contractura de la congoja que me produce estar rodeada de gente que no sea mi familia por más de 8 horas. Creo que eso me confirma como introvertida consumada. Por más caro que salga, la próxima vez nosotros 3 solos en una habitación. Estar y sentirnos cómodos es lo primero.

De los tres, Marce ha resultado el más llevadero, el más servicial, el que más ayuda, asunta, conversa. Yo, quisiera ser invisible. Y Pato, con tal de jugar con las cositas que se compra, se niega a salir de la habitación y se porta difícil. Falta de faja. Tendré que buscar otras vías.

Ayer compitió como los grandes. Nadó 2 veces el 25 mariposa porque en el primero alguien más se robó la salida. Hizo tiempazos en todo, mejorando mucho los que traía. Ganó el heat del 25 dorso y le regalaron un patito. Nosotros estábamos de cronometristas para estar cerca de él y yo, del estrés, ni siquiera lo vi nadar. A diferencia mía, después de nadar estaba feliz, contento, quería hacer más. La adrenalina le devolvió la dulzura a ese anciano amargado de 65 años que había tomado posesión de mi chiquito.

Yo, aunque amo competir, al terminar una prueba, tenía que buscar cómo alegrarme, porque siempre llegaba de última. Un esfuerzo agotador de ver mis resultados comparados con los míos previos. Una lección de humildad. Una añoranza de reconocimiento con medallas o tiempos que duré mucho en aceptar que nunca sería mío.

Quisiera saber qué tiene la princesa de Gales. Obviamente, sabiendo solo que es algo del estómago y debe estar internada al menos 10 días, sospecho que tiene lo mismo que tuve yo: cáncer de panza.

Y vos, ¿qué pensás?