Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Navidad, es Navidad… toda la tierra se alegra

2 gotas de lluvia en “Navidad, es Navidad… toda la tierra se alegra”

  1. Yuré dice:

    Recordada Sole:

    Si mi vergüenza pesase, este comentario tendría la consistencia de la piedra de Aserrí y aplastaría toda la web 2.0. Espero dispenses el no haber descubierto tu mensaje hasta ayer; a veces, otros revisan mi buzón electrónico.
    De la existencia, solo mis niños me motivan a degustarla y vivirla a traguitos como si fuese ambrosía; o mejor aún, chichiví (o aquel alucinante mudai mapuche). Como mi cosmos es tan superfluo, no voy a abrumarte de aburrimiento contándote que este es el primer año en que nadie me dispara. Ni que ahora vivo en un sótano, mitad estudio, mitad tumba, o cómo semanas atrás la nena obtuvo el 2do lugar en su primer concurso de arte (vieras la rabieta que armaron los niños de 12 cuando mi niña de 4 subió a recibir el premio). Dibujó un Moai llorando; supongo que también añora volver a la Isla.
    No, no voy a contarte de mi ceguera intermitente que me impide mantener la bitácora, ni cómo ahora escribo en la ducha, con unos crayones para bañeras y el placer de ver mis barrabasadas disolverse, íntimas y suicidas… sin molestar a nadie.
    Lo que sí desearía compartir es este poema de Francisco Hernández que expresa lo que siento cuando mi realidad se abriga de tinieblas y no puedo leerte:

    XXIV

    De lo que se pierden los muertos.
    De un cielo intensamente azul
    con nubes rápidas.
    Del agua fresca en la garganta.
    De flores amarillas en los árboles.
    Del mar a pleno sol.
    Del mar con norte.
    Del cuerpo de mujer.
    De tu música.

    En «Moneda de tres caras». Francisco Hernández.

    Abrazos tersos,
    Yuré

  2. solentiname dice:

    🙂 🙂 🙂 🙂 yuré!! yuré!! 🙂

Y vos, ¿qué pensás?