Autor: solentiname
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A vampire tail
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desde la isla de
Cojo la bolsa de nadar. La subo al carro. Llego a la piscina. Me bajo. Bajo la bolsa. La pongo en una banca y veo como una pelusa negra agarrada de la malla de la bolsa. Cuando me acerco- porque ya no veo de cerca sin anteojos- le veo cola y pienso que será un…
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Náuseas
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desde la isla de
Estaba nadando, muy despacio y sentí las náuseas. Las náuseas del miedo. Es miedo. Pero no es cierto. Lo que siento es el peso del recuerdo del marzo de la noticia, de los días en que no sabía si me iba a morir, las noches que me dormía llorando abrazada a Pato y la angustia,…
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RoeVsWade vs Dámelo que yo lo adopto
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desde la isla de
Crecemos expuestos a películas, cuentos e historias donde una madre atribulada por su situación de pobreza o cualquier otra amenaza igual de estructural o resistente a soluciones, amorosamente deposita a su recién nacido en el portal de una Iglesia, convento o casa, usualmente en una canasta. Adentro, una nota escrita a mano capaz de hacer…
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Cómo te enseño a perder
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desde la isla de
La noche anterior, cuando te avisamos que íbamos para el torneo, hubo mucho llanto y trompas: “No quiero ir” “Yo no estoy preparado” “¿Y si pierdo? ¿Y si los demás se burlan de mí? ¿Y si me equivoco?” “Estoy nervioso, me duele la pancita” De poco sirvió decirte que el profesor del club de ajedrez…
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El Hijo del Santo en Costa Rica
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desde la isla de
Llegamos temprano al gimnasio de la Ciudad Deportiva de Hatillo 2. Ya garuaba y había un poco de fila. Nadie sabía decirte cuál era la entrada VIP. Alguien de la producción señaló un portón y para allá nos fuimos. El resto de las entradas eran gratuitas. Detrás de nosotros, un policía pensionado, con su gorra…
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La tercera en menos de un año
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desde la isla de
Me siento un poco como Fone, el peluche de Pato: hecha mierda, vieja, arrugada y llena de remiendos.
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Absolutoria
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desde la isla de
1985 Hacía calor húmedo de zona bananera. Para esas vacaciones yo recién había cumplido 13 años. Faltaban un par de meses para la primera regla. Recién llegábamos desde San José, mi abuela Nena, mi primo Enrique, y yo, a visitar a mi tía y a su familia. Esa noche, Enrique y yo nos quedamos en…
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3 km
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desde la isla de
Cómo se llama ese muchacho que quiere venderte un saltamontes de zacate? A dónde va ese señor en bicicleta? Por qué ellos se abrazan? De qué se ríen? Qué está comiendo el señor que está parado en la esquina? Cómo se llama la persona que está pidiendo dinero? Por qué no sabes, mami? Por qué…
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Desbordada
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desde la isla de
Me florece el cuerpo, por dentro. Tumores benignos, deditos de tejido que se llaman pólipos, un arbolito de brocoli microscópico. Un cáncer maligno en el estómago. Cierro los ojos y casi puedo recordar el sonido amordazado de su esfuerzo al romper superficies e ir creciendo, abriéndose espacio en la oscuridad de mi cuerpo. Juan Luis…