“Reitero que jamás defraudé al Estado ni obtuve provecho ilegítimo del ejercicio de los cargos que desempeñé. Entregué, por razones de prudencia, ya que sería objeto de persecución y hostigamiento pólítico, a institutciones profesionales extranjeras los ahorros de mi vida”
¡Qué cáscara de hijueputa! Ya voy que nunca defraudó al Estado… como dictador, ordenó la privatización de empesas cuya pérdida de ha calculado en tres mil millones de dólares. No solo defraudó al Estado, defraudó al hombre, al Presidente, al país y al gobierno al que le había jurado lealtad. Pero claro, se me olvidaba que las cucarachas no tienen capacidad de lealtad ni de compromiso ni de cumplir su palabra… Y quién dice que es ilegítimo ponerle el culo a los gringos, entregarles un país y que le paguen a uno por eso, AH? El trabajo nunca deshonra. Y si eso le permite acumular los ahorros de su vida, cuál es el pecado? qué tiene de raro que alguien que siempre se la haya pasado de vago, que nunca ha sido más que un milico ahorre en millones de dólares en el extranjero? Por último, si quiere saber de persecución y hostigamiento político, pregúntele a los del informe Valech, a los que guardaron silencio y a los que botó a patadas de Chile y les arrebató hasta la nacionalidad.
“Esto ha sido un impacto para nosotros… es como un balazo en la cabeza”
¿Cómo los que usted ordenaba para inocentes, Generalísimo? ¿Cómo los que acabaron con tantas vidas antes de lanzarlos al mar, antes de que se dieran cuenta que era más divertido tirarlos vivos? ¿Como el tiro de gracia que le dio el Príncipe del Estadio Chile a Víctor? ¿Cómo el tiro que se pegó/le pegaron al Chicho en la sien cuando caían 27 bombas sobre La Moneda el día que usted creyó que defendía a la patria y ordenó en su vocecita chillona y cobarde hacerlo mierda?
“Lo único que quisiera decir es que en Chile todos los ciudadanos somos iguales, nadie está por sobre la ley” (Esto lo dice Lagos)
Seguro, señor Presidente? Debe ser por eso que hay cárceles exclusivas para milicos que parecen resorts. Por eso es que no ha habido forma de juzgar al generalísimo. Por eso es que el delfín del pinochetismo no fue al San Sebastián de Santiago sino a una exclusiva cárcel militar. Por eso la fianza de los dos apenas supera los intereses quincenales que reciben. Ya lo había dicho Orwell, en la granja de los animales, todos los animales eran iguales, pero habían unos más iguales que otros.
Nota de Sole: Me disculpan el ácido, pero no me aguanté.
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