Escribí (identificándome con mi nombre y cédula):
Actualmente resido en las cercanías del IAFA y me ha tocado ver casi todas las mañanas uno de estos indigentes dormidos en las aceras recostados contra las puertas y garajes de las casas.
La semana pasada, al abrir el portón de mi casa, que abre hacia afuera y arriba, el mecanismo empujó a un borracho que dormía contra el portón, y que por su marcado estado etílico no se podría mover. Afortunadamente lo vi a tiempo y no lo atropellé. Sí majé tres botellas de alcohol de fricciones que el señor tenía con él y que evidentemente había ingerido.
Llamé a la policía y a la ambulancia. La ambulancia confirmó que el señor no estaba herido, simplemente estaba intoxicado por la cantidad de alcohol. Tanto la policía como la cruz roja se negaron a llevárselo. Llamé al IAFA, que está a menos de cien metros de mi casa, donde me indicaron que tampoco podían hacer nada.
Los vecinos me comentaron que todos ellos habían experimentado situaciones similares en los últimos meses, en ocasiones incluso viéndose imposibilitados a abrir los portones cuando estas personas amanecen recostados a sus portones.
La policía finalmente accedió a correrlo para que yo pudiera sacar el carro de mi casa, dejándolo en la misma acera. Sorprendentemente, cuando regresé en la noche, el señor seguía ahí. Los vecinos me informaron que permaneció todo el día ahí tirado, sin comida, sin agua, sin ayuda. Mis vecinos llamaron dos veces más a la policía y a la ambulancia, que vinieron, pero no que accedieron a llevarlo a algún centro médico.
Llamé nuevamente al 911, al menos seis veces, para que volviera la patrulla y la ambulancia y ante mis reclamos, accedieron a llevárselo. Reclamaban el estado de suciedad del señor y los efectos que eso tendría en la ambulancia o en la patrulla.
Me indicaron además que el problema afecta a todo el cantón, que ellos no saben qué hacer, que usualmente procuran levantar a la persona y llevarlo al parque más cercano y dejarlos ahí.
Este señor pasó todo el día tirado en la acera, lleno de moscas, sucio, ebrio, haciendo sus necesidades directamente en la acera. Su estado era tan lamentable, que la policía incluso me sugirió que le echara agua fría para que se levantara y se fuera; a lo que obviamente me negué. Si bien es una situación incómoda, nada justifica recurrir a tácticas tan poco humanas.
La policía además conocía al señor. Me indicaron que era conocido como “Muerte” o “Pepe”, que es mecánico, que tiene un hijo en iguales condiciones y que lo recogían unas 3 veces por semana en diferentes lugares de este cantón y de Curridabat. Además, que hace poco protagonizó un incómodo incidente en un hotel cerca del parque central de San Pedro.
Estoy segura que en el cantón hay lugares que enfrentan peores problemas, como la Calle de la Amargura . Sin embargo, a diferencia de la calle de la amargura, mi barrio no es una calle tapizada de bares. Es un lugar residencial, habitada por familias, cuya tranquilidad, seguridad, ornato y limpieza se ve severamente afectada por la proliferación de estos indigentes alcohólicos.
Ahora, además de los cuida carros ilegales en los alrededores de la UCR, las personas que pasan pidiendo por las casas, los vendedores de frutas y plátanos que lo abordan a uno en cada semáforo, los taxis que obstaculizan carriles enteros, los buses que no respetan las reglas de tránsito, las calles llenas de huecos, los artistas callejeros que usan incluso fuego en su malabarismo en calles llenas de vehículos que usan gasolina y las personas que solicitan contribuciones para causas como Hogares Crea o para sí mismos; ahora en el cantón tenemos que lidiar con estos indigentes alcoholizados.
Dado que todos nosotros cumplimos puntualmente con el pago de nuestros impuestos municipales y la municipalidad es tan acuciosa para detener construcciones irregulares, cobrar permisos y en general ejercer sus actividades de fiscalización; me interesa conocer, en detalle, las acciones que están tomando para combatir esta situación, misma que le agradeceré hacerme llegar por escrito.
Asimismo, le agradeceré indicarme cuál debe ser el protocolo a seguir en casos como el que le describo y que me ha afectado a mí y a mis vecinos. Solamente en mi cuadra he presenciado unas 8 veces en los últimos 4 meses. Necesitamos entender qué hacer para que estas personas no conviertan la acera en su lugar de descanso o en su inodoro. Mi pregunta se debe, sobre todo, a la actitud que asumió la policía y la ambulancia ante mis llamadas, que parecían indicar la existencia de una laguna de competencias al respecto.
Comprenderá usted que una respuesta como “No hay nada que hacer” simplemente no es ni creíble ni aceptable.
Sabrá disculpar que, si no recibo respuesta, insista en este asunto, pero me parece que no lo podemos dejar pasar; así que seguiré insistiendo hasta recibir una respuesta satisfactoria.
Lamento además solamente ofrecer una queja y no una solución. Sin embargo, precisamente pago mis impuestos municipales puntualmente e incluso por adelantado, para que la Municipalidad de mi cantón cumpla con sus competencias legales y solucione estas situaciones, incluso cuando no voté por el partido que usted representó en las últimas elecciones municipales. Sí lo hice cuando su candidatura se lanzó al amparo de Liberación Nacional.
La Muni me contestó. Y su respuesta me obligó a volverles a contestar. Lo que está en azul fue mi respuesta:
Reconocemos como Usted el grave problema de la indigencia no sólo en el cantón de Montes de Oca, sino en el país entero. Tenemos el concepto de que la pérdida de valores y la desintegración familiar han incidido directamente en esta problemática.
Respetuosamente, déjeme decirle que nada hacemos con reconocerlo. El problema es evidente por sí mismo. Los vemos caminar todos los días por las calles del cantón a vista y paciencia de los vecinos y ahora también me doy cuenta que de la Municipalidad. Las causas no me interesan tanto como las soluciones que puede ofrecer el cantón y que debería ofrecer como parte de sus competencias municipales. Este país tiene diagnósticos de sobra. Yo escribo buscando una solución.
La Municipalidad de Montes de Oca, como la mayoría del país, no cuenta con un programa de atención al indigente aún.
¿Qué debo entender por “aun”? ¿Lo tienen al menos planificado? Y mientras tanto, ¿qué? ¿Los vecinos y residentes a la mano de Dios? ¿Usted en serio cree que es consuelo que la mayoría del país no cuenta con programas de atención? ¿Eso debería ser excusa o peor aun, ustedes pretenden que sea consuelo?
Las necesidades exceden los recursos.
Me gustaría ver sus estadísticas en ese sentido. Es cierto que lo que se ve en Montes de Oca no es tan grave como en otros cantones, pero evidentemente, mi observación es meramente empírica. Por tratarse de información pública, le agradecería me hiciera llegar copia de ese informe que confirma la identificación de esas necesidades y cómo las mismas exceden los recursos municipales. O el análisis de los recursos que se requerirían. Me llama la atención que según las actas on line, este es un tema que ha surgido al menos una vez por año en los últimos cuatro años y aun no se hace nada, como ud misma me indica.
Históricamente ha sido la Iglesia Católica y ahora otros grupos organizados los que atienden a estas personas practicando la caridad y ofreciendo misericordia.
Exacto. Y no funciona. No les estoy pidiendo que sean misericordiosos ni que trasladen el problema a una ONG. Este es un asunto de seguridad y ornato del cantón. Le ruego me indique si me equivoco al considerar que tanto el ornato como la seguridad son parte de las competencias municipales o si estas personas no representan un problema en ese sentido.
Por otra parte, yo no le pago impuestos ni a la Iglesia Católica ni a otros grupos organizados. Se los pago a la municipalidad y es a ella a la que le pido cuentas.
Tal vez la Municipalidad podría establecer una alianza público privada con alguno de esos grupos, ya que conocen de su existencia.
Como representantes del Gobierno Local y como ciudadanos responsables le reconocemos su pago puntual de los impuestos, este es un deber de todos.
Le agradezco su reconocimiento, pero mi pago puntual me lo reconocen documentalmente mis recibos. Tengo muy claras mis obligaciones fiscales, que no son unilaterales. Las cargas fiscales existen para dotar a las organizaciones estatales o locales de fondos para cumplir con sus competencias. Créame que con este tipo de respuestas, donde básicamente me dicen que no hay nada que hacer, mi condición de contribuyente me obliga a considerar seriamente mi decisión para cuando tenga que votar y escoger a las personas que tendrán a su cargo identificar las necesidades del cantón, encontrar e implementar soluciones para las mismas.
Estoy segura que lo sabe, pero no está de más recordar que el ejercicio de las competencias legales de los gobiernos municipales, también es un deber.
Le confirmo la administración cuidadosa y planificada de los recursos públicos que recibe la Municipalidad.. Que, sin embargo, es mucho menor que las necesidades, ¿verdad?
De hecho, al revisar el reporte de gastos online, es claro que la enorme mayoría del dinero que corresponde a servicios básicos va a dar a “otros” (que quiere decir algo distinto a electricidad, agua y telecomunicaciones). Representa más del 75% de un rubro de más de cien millones de colones. Le agradecería me aclare a qué se refieren con “otros”.
Efectivamente somos acuciosos en el trabajo que desempeñamos, es nuestra obligación muchas gracias por su reconocimiento. Creo que no me entendió. Mi nota enumeraba una serie de problemas que llevan, al menos, 10 años sin solución en el cantón, a los que se suman los recientes problemas de inundación por lluvias. Lejos de reconocer algo, en realidad llamo su atención al hecho que los vecinos nos damos cuenta de todas estas carencias y problemas que siguen sin resolver. Es increíble que ni siquiera contamos con un sistema de separación de residuos.
La invitamos a liderar acciones en beneficio de los más desposeidos y necesitados; Fíjese que, viviendo en un sistema representativo, prefiero votar por líderes que hagan algo y no que le transfieran las responsabilidades del Estado a los ciudadanos, que pagamos los impuestos precisamente para que hagan eso: hacer algo.
precisamente esas comunidades modelos en las que se constata desarrollo social son aquellas en las que los vecinos han reconocido su corresponsabilidad y se comprometen a trabajar en forma organizada para resolver o mitigar las problemáticas que los aquejan. ¿Y usted qué sugiere? ¿Que los vecinos iniciemos un proceso de bañarlos, alimentarlos y darle dinero para su alcohol de fricciones? ¿Usted conoce algún programa que haya servido que no requiera de intervención y competencia del Estado o que haya funcionado? ¿O también me invita a buscarlo en internet? ¿O será que habrá que abrir un hogar a cargo de los ciudadanos?. Es más, en lugar de invitarme a mí ¿Porqué no le hacen la misma invitación a todos los lugares del cantón que venden licor y que han sido autorizados por la Municipalidad?
No estoy de acuerdo en que haya una corresponsabilidad de los vecinos en este tema. No veo cómo la puede haber y le agradeceré si me lo explica. Puede haber corresponsabilidad en temas como desechos, manutención de acercas, etc, pero con los indigentes, no veo relación alguna. Los vecinos no autorizamos patentes de licores, por ejemplo.
Desde ya nos comprometemos a apoyar cualquier iniciativa que proponga.¿Cómo, si no tienen recursos? ¿Con porras? ¿Declarándolo de interés público?
Por ahora, el protocolo que debe seguir es el mismo que ya practicó: llamar a la policía y/o a la Cruz Roja para que le ayuden a atender al indigente. ¿Y si no se lo quieren llevar? ¿Me podría aclarar si a criterio de ustedes la Municipalidad tiene alguna competencia sobre este asunto? Si consideran que no, quisiera ver el fundamento legal de la respuesta.
Por último, y con el ánimo de aclararle, este es el segundo periódo de adminsitración de don Fernando Trejos y ninguno de los dos ha sido con el Partido Liberación Nacional. Lamento el error. Eso y la actitud ante estos y otros problemas explicaría entonces porqué no voté por él ni votaría por él en caso que se vuelva a lanzar.
En todo caso, le agradezco sinceramente la gentileza de haberme respondido. Tenga la seguridad que aprovecharé su amable respuesta para darle difusión con mis vecinos, en las redes sociales y en los medios de comunicación. Simplemente no puedo creer que no sea posible hacer nada. Pero bueno, la realidad supera la ficción y este caso no es la excepción.
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