Si mi abuela me hubiera visto en una macrobiótica, comprando un paste, pero totalmente empacado en plástico, rebautizado Luffah sponge y etiquetado orgánico y además ergonómico; entre otras cosas, me hubiera dicho:
“Vos quién te crees que sos? Si no sos pollo que rasca mierda a las cuatro de la mañana”
Era una frase especial para que a uno se le bajaran los humos. Y funcionaba. Rapidito.
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