Me desperté con un peso en el corazón. Me fui a nadar, extrañada, angustiada.
Llegando a la piscina empezó a sonar en la radio Air Supply:
Hold me in your arms for just another day
I promise this one will go slow…
Se me salieron las lágrimas. La pandemia me tiene jodida, pensé. No quería bajarme del carro pero me acordé que adentro tienen la misma estación. Entré y la seguí cantando en la cabeza. Bien la podría cantar en karaoke- pensé mientras trataba que no se me notaran las lágrimas- para esta sí me da la voz. Tengo el rango de voz de Air Supply. Pero no sé si la puedo cantar sin que se me quiebre la voz.
Es porque es música de arrastrados. Puro Edipo. Para los que tenemos problemas con las pérdidas y el rechazo esa canción es como crack. Igual que Juan Gabriel. O José José. Puta, tengo ganas de oír amor eterno y desarmarme. Qué me pasa?
Entre un ejercicio y otro una compañera me comentó que conocía a mi terapeuta física. Le conté que hoy hace 6 años me diagnosticaron el cáncer de mama y que ella, la terapeuta, era la que había logrado que yo pudiera nadar sin dolor. No lo digo, pero recuerdo cuando me dijeron que nunca volvería a nadar. Y el miedo. Otra vez las ganas de llorar. Me consumí.
Se siente raro el día. Así, nublado, medio frío. Nadé triste. No sabía porqué.
Estoy trabajando con el mismo desasosiego. Esta desazón. No me puedo concentrar en las cosas más fáciles. Mejor oigo otra vez a Air Supply con los audífonos. Aquí puedo desgalillarme:
Here I am, the one that you love
Asking for another day
Understand the one that you love
Loves you in so many ways
Y esa pulsión: puede ser, pero no, yo me acordaría. Mentira. Nunca me acuerdo. Tengo claro cuando se murió, pero siempre confundo el cumpleaños. Tengo su retrato a la par del monitor pero no quiero verlo porque sé que será peor.
Y un recuerdo gris, empujando atrás: una fiesta, hay amigos de él. Hay tragos y comida y risas. En el apartamento en el que vivíamos en Barrio México. Yo veo sus piernas, veo la mesa de la sala, los vasos, el maní. Los oigo reír. Veo la luz amarilla. Afuera es tarde. Yo ando en pijamas. Porqué el recuerdo? Porqué hoy?
Me metí al TSE- Ahí está. Fallecido. Mirá. Hay otro que se llama igual, cédula 5, también fallecido. Hoy me di cuenta que era cédula 1. Los dígitos que siguen son 327. Sonrío. Siempre que veo una cédula calculo cuando nació la persona. Sería un viejito.
Y si fuera hoy? Porqué el cuerpo sabe? Porqué me duele tanto si han sido tantos años sin él? Porqué siempre, siempre ese día me siento así, tan adentro de mí, tan lejos de todo?
Es hoy. Aunque yo no me acuerdo, el alma sí.
No he parado de llorar.
Feliz cumpleaños, papá. Hubieran sido 77.
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