Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.
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desde la isla de
Sweet the sin
but bitter the taste in my mouth
No me detiene la amenaza de pecado, porque entre las ventajas de ser descreido, es que no se amilana ni achicopala uno con un anuncio de castigo por más divino que sea. Me queda entonces solo superar la ñáñara a las agruras para entrarle al gusto.
Sole, que carajo, metéle diente al asunto y ya! A final de cuentas, cuando uno tiene certeza de que le va a saber bien, el solo recuerdo del deleite sensorial es suficiente la mayoría de las veces para paliar una eventual indigestión (malestar que bien puede no suceder del todo). Provecho!
¿Cuáles agruras, mujer? Eso se cura con Alka-Seltzer, y si eso no te funciona, te paso la receta de te de tilo para el alma.
Así que hago eco de Óscar: ¡provecho!
En física cuántica:
“El observador determina el resultado del experimento”…
“Todo son olas de posibilidades, que se convierten en partícula cuando el observador fija su vista”…
En lenguaje vulgar; no hay bueno ni malo, solo una “realidad” que tu determinas.
Se le pudieras encontrar el gusto de un buen vinito, se te quita ese sabor amargo de la boca enseguidita 😉
Valiente! Ya es enero 2006.
Entre más agruras más dulce será el gusto no?
Yo voy a hacer la discordancia: si hay agruras hay que hacerles caso, son señales importantes, así que hay que averigüar si vale la pena o no.
Oz: My dear boy, no es precisamente un diente lo que habría que meter. cachai?
Marcelo: Hay agruras de la guatita y hay agruras del alma que ni con inundación de té de tilo.
Tony: En física juat? Bienvenido! Pos en este caso estoy a centímetros de determinar que es evidentemente malo, pero me aguanto como los machos por puro capricho.
Ila: Pos de las limitaciones de ser abstemia, todos los vinos me saben agrios.
Ana: Sip, pero ya lo decía mi sabia abuelita Mimí: después del gustazo viene el trancazo. De ese es del que quiere una huir. Es como pedirle un imposible a la realidad.
Sirena: Tamos en la misma sintonía!
De eso que vos hablas yo le llamo GOMA MORAL. En muchas casos es terrible, sobre todo cuando me veo al espejo o veo a cierte gente a los ojos…
ultimamente me he decantado más por poder verme al espejo y poder ver a los ojos de los otros y no tener que formular un metira brillante,
un buen amigo me dejo una vez: “podés hacer todo lo que querás hasta que tu estómago lo soporte” y si no hay tilo que lo arregle mejor dale gusto a tu estómago y machete estáte en tu vaina!
mmm… no sé si sera mi caso lo de que cada ladrón juzga por su opinión… hasta cierto punto me huele a humo conocido, del fuego de culpa judeocristiana, y de reminiscencias en nosotros los que alguna vez nos pasamos más de una década educados con curas.
Goma moral,desde que aprendimos de alguien que eso era pecao.
¿agruras? ¿señal de precaución para evitar aterrizaje de panzazo?
Tendría que haber escrito “metéle diente”, así entre comillas, para que se entendiera que es un figure of speech? Lo que digo es que la única forma de saber si vas a tener agruras después, es entrarle de lleno al “pecado” en cuestión. Si no probás, solo podrás imaginar lo que pudo resultar de ello. Acordáte de Will Rogers: El buen juicio solo se adquiere de la experiencia, y una buena parte de la experiencia solo proviene de nuestros errores de juicio.
“No todo lo rico engorda y no todo lo bueno es pecado…” aunque lo parezca. Pero bueno, allá cada quien tendrá que juzgar si vale la pena el castigo (o la agrura, en este caso) por el gustito (o gustazo) que se pueda pegar. Sea amargo o dulce, el sabor queda…
Lo que une agrura y negrura no es la rima, sino el beso antorcha, el amado dulce que hace falta.
Lo sospeche desde un principio! que no era de comida de lo que se hablaba!
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