Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

80s dreams

desde la isla de

Soñé que llegabas sin aviso a mi oficina, que era en uno de esos lugares open plan, como es en el sector público. Te sentabas al frente, en la sillita con ruedas de las visitas. En mangas de camisa y arrolladas.  Era tan lindo verte.  Sonreías y me hablabas y me invitabas a irme con vos en el carro, un pick up grande y viejo. Y yo aceptaba, ilusionada, irresponsable e infantil.

Yo no tuve nunca novio en el colegio y lo que tuve en la U fueron apenas intentos. Pero esto se sentía casi como un primer amor correspondido. Reírnos juntos, la alegría, la emoción, darse las manos, los besos, los abrazos, parqueados en una calle sin salida, atrapados en los ojos del otro. Dos adultos adolescentes. Los únicos habitantes de ese mundo. Y la ternura. Tanta ternura.

Me contabas que estabas viviendo en un apartamento, pero que era un poco desordenado, con papeles por todas partes.  No me lo decías pero yo intuía que no tenías muchos muebles y apenas un colchón en el piso alfombrado. No me lo adelantabas, pero sabía que si seguía en mi sueño, lo conocería.

Luego, no se porqué, yo volvía a la oficina. Tal vez había terminado la hora de almuerzo o vos te tenías que ir a alguna parte. A mí me urgía llamar a mi mejor amiga para contarle y no encontraba el número. Mientras lo buscaba por todas partes, gente de la oficina se me acercaba a preguntarme quién me había visitado, que se les hacía conocido.

Encontraban papelitos en mi escritorio con tu letra y me preguntaban si eras vos y yo lo que necesitaba era hablar con mi amiga y contarle lo que había pasado. Les preguntaba a ellos si la habían visto, si me podían ayudar a llamarla.

Entre ellos comentaban y decían que te habían reconocido y oía los rumores y sentía las miradas y adivinaba los juicios. No me importaba. Yo quería hablar con mi amiga y decirle que al final sí tenía razón y que vos sí me querías. Que no tenía dudas de eso.  Lo de ese día era apenas el inicio.

Me desperté porque se me vino la sangre por la nariz.

Fediverse Reactions

Gotitas de lluvia

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