“Mama, me paré encima del juguete de Bumblebee y se dañó y ya no sirve”- y lloraba amargamente.
El juguete recién lo había recibido ayer porque se le entregó después de cumplir con 7 días de leer todos los días en voz alta 10 minutos. Le ha mejorado mucho la lectura, pero no lo sabe.
Se le puso ese requisito porque cuando llegamos a la casa con el juguete, el papá lo regañó porque ya le había dicho que NO le iba a comprar ese juguete, porque era caro y de mala calidad.
Como papá le había dicho que no, me lo pidió a mí cuando fuimos al super el 26, sin decir que ya se lo había prohibido. Yo aproveché que estaba en descuento y además él quería ESE juguete para Navidad y no se lo habíamos comprado.
Ese día lloró casi en cada pasillo porque el juguete no estaba donde lo habíamos visto y el único que quedaba estaba allá por donde los pescados.
Dos días en total duró Bumblebee antes de convertirse en reciclaje.
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