Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

La flor y el pajarito

Cayó una flor rosada sobre la tapa del carro. Se asomaba por ratitos, como jugando escondido. La breve cola blanca de la orilla de sus pétalos.

Le dije a Pato que era un mensaje de mi papá, o de Dani y que la recogeríamos apenas llegáramos.

En un momento pensé que se voló y se lo dije. Lo oí llorar bajito desde el asiento de atrás.

Al parquearnos y bajarnos, vimos que la flor estaba aun allí.

Cuando veníamos para la casa, Pato me preguntó cuál era el mensaje que traería la flor.

Si fuese de mi papá, me diría que siempre está conmigo, que está contento de verme feliz, que su nieto es un niño maravilloso, que nos quiere mucho.  Se me quebró la voz. Quise llorar pero me forcé a mantener el tono alegre de esa carta entre mundos.

  • Y si fuera Dani?
  • Querido Patito. Sé que me extrañas mucho y yo también a ti. Te pienso cada vez que sonrío, que pienso en cosas bonitas, que recuerdo nuestros abrazos y cuando jugábamos de perritos. Te quiero mucho y siempre estaré en tu corazón

Me escuchó con la carita inclinada. Vi por el retrovisor sus ojos grandes llenos de nostalgia y de lágrimas. Sentí su manita tomar la mía y apretarla-

***

Le conté a doña Isabel de la flor y sus cartas. Me contó que desde que murió Dani, hay un comemaíz que entra todos los días a la casa. Nunca antes había pasado.

El comemaíz vuela por la casa. Permite que lo toquen. Se acomida en el hombro de ella y se deja acariciar. Se baña en la pila de la cocina. Se come las miguitas de pan de la mesa. Pía y se pasea. No está nervioso ni le urge salir.

“Es Daniela. Yo sé que sí”

En eso entra, volando feliz. Y doña Isabel me vuelve a ver con los ojos llenos de certeza y sonríe de la emoción de enviarle a Dani un mensaje de te extraño mucho, chanchi. Te quiero.

Y vos, ¿qué pensás?