Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Tobogán

desde la isla de

Ya compramos los tiquetes y reservamos. Falta un mes para irnos.

Yo estoy a la espera de una notificación de la que me sentía relativamente tranquila, aunque sé que podría salir mal.

Ahora que hay fecha para irnos, empiezo a pensar qué va pasar si me notifican antes de irnos. Me resbalo en el tobogán de la angustia. Si todo sale mal. Si notifican cuando estoy fuera. Cómo voy a hacer esa apelación.

Quisiera que duraran mucho más en resolver. Pero entre más duran, más caigo en ese juego masoquista de imaginarme que notifican y que todo sale mal.


Gotitas de lluvia

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *