Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Otra adopción

desde la isla de

Anoche soñé que la hija menor de uno de los socios de la oficina adoptaba un bebé, vía adopción directa. Todos estábamos en una feria o festival y de repente ella andaba cargando al bebé. Alguien se lo había entregado y habían quedado en hacerlo en ese lugar.

Yo quería saber quién era la progenitora, cómo la habían encontrado, qué había firmado. Pero nadie quería contar. Había algo muy secreto.

Luego estábamos en mi casa, de manera temporal, ella, el bebé, los papás y hermana se estaban quedando con nosotros. Había que adecuarles uno de los cuartos. Todo mientras alistaban la casa para la llegada del bebé.

Yo le hablaba para explicarle cómo su vida cambiaría para siempre, que nada sería lo mismo, que era un amor enorme. El socio me pedía que le hablara y le explicara cómo era ser mamá adoptiva.

Ella parecía tener problemas con la vinculación. Parecía que no se lo tomaba en serio. Había terminado con el novio, con quien había hecho los planes originales de tener hijos. El niño se llamaba como el socio.

Andaba ropita verde claro, como Pato, el primer día que lo vi.


Gotitas de lluvia

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