“Aquí está, es una canica perfecta”
También es un dolor antiguo, escondido entre dos costillas.
Qué ironía que una contractura muscular tenga forma de círculo. Como la vida misma. Como el sol, como la luna. Como los ciclos de la historia. Como el embarazo de una mujer. Como el cielo. Como un huevo. Como la Tierra. Como la niña de mis ojos. Como una semilla, como un grano de polen.
Un círculo. Sin inicio, ni final. La eternidad. Otra concepción del tiempo. Regresando siempre al mismo lugar, como Sísifo.
Una y otra vez. Entre la angustia y la desesperación y la posibilidad de sacrificio y de encontrarle sentido.
Deja un comentario