Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Llamada

desde la isla de

La noche de ese 24 me llamaste desde muy lejos a decirme Feliz Navidad. Me dijiste que estabas solo en ese apartamento, recordando las Navidades juntos y, sobre todo, la carne de cerdo al horno. Llorabas. Bueno, llorábamos.


Gotitas de lluvia

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