Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

¡Tonta! El agüizote sos vos*

desde la isla de

El Patán y yo ahora somos viejos amigos. El es un zorro plateado, un perrazo que se relame del recuerdo y del polvorín que todavía levanta entre la muchachada cuando lo ven caminar, cuando lo ven en cualquier parte, cuando les pone atención, cuando les habla y las encanta con esos ojos achinados y la sonrisa de medio lado que tantos problemas me causó a mí y a él y a quién sabe cuántas más de la lista de fans portacarné como esta que les habla. Yo lo veo en acción y le aplaudo. Le digo, como aquella canción cubana “Qué puedo yo decirte, comandante? Si el poeta eres tú!”

Somos ya como una pareja vieja, que se siente cómoda uno con el otro, que se cuentan sus cosas, pero que sabe que ya de la llamarada solo chispas quedan. Que sí, que tal vez poniéndole ganas, pero que el tiempo demostró que mejor no. Que somos más felices así, como amigos platónicos que se tiene la confianza y la comunicación no verbal y verbal de gente muy íntima, muy cercana. Que fue una buena decisión que todo saliera mal y nunca saliera nada. Eso sí- le digo- si alguien se anima a preguntarme, yo no voy a negarlo. Que piensen lo que les de la gana.

Entonces, como somos compitas, me cuenta y le cuento cosas. Y nos vemos para almorzar y para conversar. Hablamos las cosas de nosotros. Le pido consejos. Me los da sin que se los pida. Todo sin dobles sentidos, sin indirectas, sin darle tanta vuelta a las cosas, sin picos violentos en las hormonas. Es un trato más horizontal, más igual, donde él ya no es el depredador y yo…. Bueno, yo, a decir verdad, a veces no me hallo sin la adrenalina de la depredación. A veces.

Ya no le digo don Cosito. Tito/Tita; Papi/Mami; corazón; es como comienzan todas las conversaciones, por cualquiera de los medios de comunicación. Tito, cómo hacemos con tal contrato?” “Papi ya volvió de viaje” “Mami, feliz cumpleaños. Soy la primera picha que te llama?”. A él no le da pena contestarme así en medio de una reunión ni de una fiesta ni de un partido. Es demasiado hombre. El no pierde testosterona por demostrarme cariño. Y me siento cómoda diciendo malas palabras delante de él. Soy yo. No tengo que ser otra.

Tanta cosa, tanta hambre, tanto esfuerzo, tanto post, tanto tratar de interpretarlo, tantas ganas; para terminar siendo amigos…

El otro día, por algún chichón inespecífico, me alcé la compu y me fui a acampar a la oficina de él. Me contó chistes, anécdotas, chismes; intentó por todo lado alegrarme y yo, nada: seria seria.

“Porqué andás puteada? No me digás que por culpa de algún hijueputa?”

Yo, callada.

“Qué te hizo? Contame, contame. Es más, yo sé quién fue: el idiota aquel!”

Yo, testarudamente callada.

“Ah no, no te pongás a llorar porque vos sabés como me pongo yo cuando veo llorar a una hembra. Mae, no puedo. Querés que vaya y le rompa la jeta?. Yo voy. Te lo juro que voy”.

Sí huevón. Sobre todo. Yo, silencio.

Después de un rato, cada uno concentrado en su computadora. Yo quise saber una cosa:

“Tito– empecé. Los códigos y los rituales son básicos en cualquier relación.- vos que has sido un gran zorro, vos que todo te lo has cogido, salvo excepciones como yo, vos que derretís a las mujeres con parla; vos que pensás que la fidelidad es para estúpidos…

(El asentía complacido. Tito, porqué tienes esos dientes tan grandes? Para comerte mejor Tita, para comerte mejor)

… vos alguna vez en uno de esos lances-enredos tuyos, te has enamorado, así, de la nariz, caído, hecho picha?”

Pensé que me iba a decir que dejara de hablar mierda.

“sí, vos sabés? Dos veces”

De la sorpresa, no supe qué decirle. El siguió hablando

“Una de esas yo me di cuenta, sabés porqué? – yo, obvio, no sabía- Porque a veces de repente me doy cuenta que estoy pensando en eso y pienso que porqué tuvo que terminar si era tan bonito. Incluso ahora y eso que fue hace años. Y es que era bonito, vos sabés? Yo, obvio estaba casado y ella también, cosa rara porque nunca me meto con hembras casadas, pero esa vez sí. Y era bonito, te dije, no? Y sabés porqué supe además que estuve asi como pepiadillo? – yo, obvio, tampoco sabía- porque terminó mal. Terminó horrible. Normalmente uno pisa, coge rico y jala y ya. Pero en este caso terminó feíllo. No me puede ni ver. Y las cosas solo terminan feo cuando uno está pepiadillo, no te parece?”

Quería que le contestara. Yo estaba ocupada en procesar lo que estaba oyendo y en tratar de cerrar la boca. Solo subía y bajaba la cabeza.

Claro, Tito. Vos tenés razón. Nunca me ha pasado nada así, Pero quién soy yo para oponerme a la sabiduría del zorro más zorro? Si ni volviendo a nacer ni poniéndole bonito, tendría tantos polvos a mi haber como vos maestro. Y sí, yo sé que nada que ver nosotros, pero me da envidia esa mujer casada en la que pensás a veces y pensás pensando que porqué terminó si fue tan bonito. Porque quisiera que alguien dijera eso de mí un día. No que fui una mujer más casada que le dio vuelta al marido. Que diga fue bonito. Que piensa en mí y se pregunta porqué tuvo que terminar si fue bonito.

Pero en lugar de todo eso, le digo

– “Y la segunda vez?”

– “La segunda?”

–  “Sí, la segunda vez. Dijiste que te había pasado dos veces…”

Y se ríe. Y le brillan los ojos. Y me dice

“Diay, tonta …”

Primero no entiendo. El cuatro me cae despacio, despacio.

¡Tonta! el agüizote sos vos.

*Nota de Sole: En La Bruja, un cuento de Carlos Salazar Herrera de sus Cuentos de Angustia y paisajes, una muchacha le pide a una bruja un amuleto para el amor. La bruja la baña, la peina, le quita las niguas, los granos, los callos, le pone flores en el pelo, le hace una trenza, la viste con ropa sencilla pero limpia. Le dice que está lista. La muchacha pregunta por el agüizote. La bruja le contesta con esa frase. Más o menos.


Gotitas de lluvia

6 respuestas a “¡Tonta! El agüizote sos vos*”

  1. Qué hijueputa más labioso! Hasta bien me cae 😛

  2. yo leí ese cuento y no me acordaba!
    me gustó esta historia 😀

  3. Furia: Tan labioso, que una casi que le cree. Y sí, es un amor. Jen: Gracias!

  4. Avatar de Chuchomr

    Creo que es la segunda vez que leo su blog, y amenazo con seguir haciéndolo. Lo disfruté mucho. Gracias.

  5. Gracias Chucho. Bienvenido!

  6. Sole, no deberías dejar a ese mae morir – o que lo visite el aleman – sin que haya escrito el manual indispensable para las relaciones heterosexuales. Algo así como El varón domado, pero desde la perspectiva machista!!!

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