Sábado, 8 de la noche. Contesto el celu “Doña Solentiname? le hablo del despacho de la candidata. Tenemos una entrada reservada para usted para el Festival Adelante de mañana, la puede retirar a partir de las 2 pm en la entrada ubicada diagonal a la Torre Mercedes”
Yo agradecí con un suspiro, resignándome a pasar un domingo recorriendo el Paseo Colón de lado a lado buscando a alguien conocido, entre un mar de banderas verdiblancas. De esto había habido algo así como una señal el viernes, cuando almorzamos todos los de la oficina juntos. El Oso ese día pidió entradas VIP para el evento y le dijeron que no, que para este evento no había “tarimeros”. Y entonces los demás comentaron cómo siempre habían ido a las plazas públicas de cierre y rememoraron hasta aquella famosa en que José María hizo el boogie en el puente peatonal del Paseo Colón.
Para no aburrir y entrar en detalles políticos, a continuación algunos jailais:
– Al final sí era la zona VIP. Teníamos sillas, toldo, teles y cocas gratis, o sea, éramos la sección Four Seasons. Al entrar, me encaramaron una gorra, me pegaron un pin y me pusieron una pulserita a a lo Lance Amstrong, solo que la mía es verdecita y no amarillo semáforo. Además me amarraron una pulserita como las de los todo incluido, que no cede ante el agua y en algunos casos graves tampoco ante una tijera y queda en la muñeca hasta que se deshace solita en unas seis semanas. La gorra la regalé en menos de una hora.
– Me dieron dos entradas aunque iba yo solita. La que me sobró, para no desentonar, la negocié por favores políticos de esos que uno cobrará cuando llegue el momento. Citándome a mí misma, con toques similares privatizamos un aeropuerto!
– La gente que me saluda lo hace por dos cosas: Porque le tienen miedo/le quieren quedar bien a mi jefe y saben que él siempre espera que yo le cuente quién me saludó y quién no. Y los otros, porque me ven en tele y me hacen declaraciones un poco embarazosas para mí, de su admiración. No más me acerqué al puesto de seguridad de la entrada, cuando una muchacha que nunca he visto en la vida, aullaba “La entrada de Solentiname, Islaaaaa, por favor… me encanta el programa de Canal XX, no me lo pierdo! No andara un librito por ahí?”
– Lo del VIP se empezó a hacer evidente a juzgar por la clase, cantidad y variedad de artistas que me rodeaban. Algunos de ellos, la verdad, solo verlos me ensombrecía el ánimo. Cuando uno me estiró la mano para saludarme, cuando nos presentaron, mi jefe me tuvo que dar un pequeño codazo para que yo estirara la mía. Yo lo miraba muy seria, casi molesta, sin poder disimular el asco. Lo correcto hubiera sido mandarlo a él y a su memorandum mucho para la mierda.
– Los vicepresidentes hablan pésimo. Pésimo. Y peor Alfio. Mucho peor. Fue un buen toque mantenerlos toda la campaña escondidos.
– Pasé reporteando todo lo que ocurría a punta de mensajes de texto. Por eso cuando salí en tele (que me avisaron por mensaje de texto también), el comentario generalizado fue que me veía aburrida y más ocupada en mi teléfono que en imaginarme la Costa Rica cuyas mejores páginas aun no están escritas y que todos y todas nos vamos a encontrar en 4 años…
– El Hotel Ambassador estaba tomado completo por borrachos. Parecía el tope de Palmares pero sin siliconas. Y todos de camiseta verde, gorrita y signos externos. No entiendo cómo no se caían de los balcones. Gritaban cosas como “Laura, rica!”. Los borrachos no faltan nunca ni a una vela ni a una plaza pública.
– Cuando empezó el asunto, los VIP nos trasladamos a los lados de la tarima. Quedé en primera fila. Aunque estuve atenta, para acallar las voces del odio, debo aclarar que no repartieron cajitas felices. Una lástima, porque a Fusercito siempre le han gustado mucho las tortas de las hamburguesas y yo confiaba en traerle algo envuelto en una servilleta, como en los rezos.
– Al lado mío, en el alboroto de la tarima, estaba otro artista que los periódicos dieron a conocer por su afinidad a acosar mujeres y por el déficit atencional que le impide entender el significado de la palabra “NO”. Puse cuidado a no parármele enfrente ni aunque fuera por error, por aquello. Había un ex pre candidato que duró más el festival que lo que duró su precandidatura. Había una mujer más alta que yo. La única!! El mae al que la mamá lo peina con carrera a medio lado y que de fijo se tiñe negro azabache el pelo. La señora que cree que el Ministerio de Seguridad es una sede de aerotaxi, los banqueros que tanto malquiere Jorge Guardia, entre otos. Y muchos otros. Muchos, curiosamente, con sus retoños, supongo que labrando el camino de la sucesión política y para que los güilas- todos huevones de casi 40 años- se vayan acostumbrando.
– La producción de esas cosas es impresionante. Lo que hizo Obregón también. Y la filarmómica ni se diga. Independientemente del color político, hay que reconocer que por culpa de todos aquí y de este sistema de mierda, los artistas, aun los mejores, tienen pocas probabilidades de vivir de su arte, como suele ocurrir en una sociedad capitalista. Si de sus capacidades pueden hacer un negocio y de paso darse a conocer, entonces, citando a la mujer del momento “Adelante”.
– Por cierto. Ya no puedo decir la palabra adelante sin querer morderme la lengua. Me suena tan campañosa que me da ñáñaras.
– Sí, una sensiblería. Sí, una manipulación patriótica. Sí, lo que ustedes quieran. A mí me emociona la patriótica, aunque sea un plagio de otras canciones latinoamericanas. Y me emociona escuchar a la filarmónica tocarla. Sí, sí. Ya sé que soy una bruta.
– Si, Laura se equivocó unas 15 veces. Y sí, se notaba que leía el teleprompter. Salvando la enorrrrrrrme distancia, a Obama también se le notaba, aunque papi siga siendo papi. En un momento le dio el síndrome disléxico de Christian Arguedas (el libertario que cuando quiere decir emblemático dice enigmático, y cuando quiere decir perpetuar dice postergar) y dijo que éramos el cuarto país en exportación de subway… no software.
– En algún momento entre mensaje y mensaje, me puse a pensar en lo afortunada que alguna gente podría pensar que soy. Nunca he visto una guerra. Mi país no tiene ejército. Yo fui a una universidad gratuita y he tenido oportunidades de vida con las que mi abuela ni siquiera soñaba cuando llegó de inmigrante. No sé bien como explicarlo, pero de alguna forma sé que tengo que estar agradecida de vivir en un país que hace elecciones cada cuatro años, donde yo puedo votar por quien me de la gana y que encima una mujer pueda llegar a ser presidenta. No me malinterpreten. Conozco demasiado bien todas las cosas malas de esta campaña y de los candidatos. También todas las teorías de conspiración. Es el aire que respiro a diario y no me engaño. Si no hablo de eso es porque no quiero ni puedo. Pero a pesar de todo, a pesar que podemos mejorarlo, a pesar de que es posible que de verdad cada uno vaya a votar por el que considera el mal menor, aun así creo que es un raro privilegio.
– No me dio la gana aplaudir cuando habló de la carretera a Caldera. Peaje, my ass!!
– Cuando tocó la filarmónica y reventaron los fuegos artificiales, sentimos el calor en la cara. A varios nos cayeron chispas que nos quemaron brevemente. Los banners prendieron fuego.
– No sé cuánta gente había, pero no me parece que fuera como aquellas manifestaciones que tomaban todo el Paseo Colón. Todos al final comentamos que muy bonito, muy inspirador, que nos cargó las baterías para la semanita que mañane empieza, queesto, quelotro. Mañana veremos.
– A don Pepe, ni lo mentaron, a pesar que aun después de muerto sigue sirviendo aunque sea in memorian para poner en su lugar a escamosos bocones y libertarios . De él, solo Muni, su hija, que salió al final. Cuando ya nos devolvíamos de la tarima al área VIP, paraditos al lado de las gradas a la tarima, vi tres excombatientes del 48, con sus kepis y sus ojitos aguados de abuelito. Nadie les daba pelota, nadie les buscaba una silla o les ofrecía un fresquito. Y me dolieron, muchísimo. A ellos, TODOS, les debemos muchísimo. Y si no muchísimo, por lo menos sí agradecimiento. Y respeto. Muchísimo respeto.
Soy liberacionista. Lo he sido desde los 16 años. Me emputa esta moda imperante donde uno pasa por todos los partidos y en cada elección vota por lo que se le acomode, sin tomar en cuenta la ideología, basado en un criterio personalísimo que recuerda al caudillismo del que siempre se dijo que había que salir corriendo. Ahora resulta que actuales liberacionistas que ven en Laura a la encarnación de la Virgen Santísima, Inmaculada y libre de defectos, son liberacionistas desde… ah, sí! desde que dejaron de ser libertarios. Y se habían hecho libertarios, cuando dejaron de ser mariachis.
Marcelo me diría que eso estaba bien cuando Liberación era todavía el partido que justificó su creación y que se refleja en sus estatutos y no esto que tenemos. Yo estoy y no estoy de acuerdo con eso.
De nuevo manteniendo las distancias, por esa fijación en la persona, por esa distorsión de basar una decisión importante considerando solo al candidato, es que en Chile, a partir abril, los asesinos de Allende, los torturadores, los ministros de Pinochet, los verdaderos tiriteros del destino chileno, se volverán a pasear, henchidos de impunidad y arrogancia, por los pasillos de La Moneda, a donde llegaron escondidos entre las sombras de un ultraconservador que se autodeclara demócrata y evita rememorar sus gritos de alegría cuando se enteró del asesinato de Salvador Allende, en ese momento presidente constitucional de Chile. No es cierto que ya Chile superó la dictadura. Los superó el peso de la memoria, que no es lo mismo.
Yo voto por Liberación para presidente y para diputados. Y no ha sido una decisión fácil de sostener y de razonar para mis adentros, pero hoy, con tanto tiempo para pensarlo, ya encontré mis motivos y me siento tranquila con ellos. Regidores, no sé todavía.
Si tuviera esa capacidad veleta de ser una free lancer política y me dejara convencer por los debates, y no me cayera Ottón en las bolas por talibán e intolerante, hubiera votado por el PAC para presidente y Frente Amplio de diputado. Porque creo en la necesidad y en la salud que se deriva de un balance. Porque se necesita oposición responsable.
Y además, supongo que la urticaria que me generan los libertarios y pacistas, lo ayuno que se ve el horizonte para el 2014 y que aun siendo liberacionista no creo que sea sano para el país 12 años verdiblancos; hace que añore aquellos años tan seguros del bi partidismo tradicional donde todos robaban pero todos sabíamos y no era motivo de tanto alboroto. Eso que anuncia Camote hoy, la función de tenémelaburra, me hace reír a carcajadas cuando ocurre en Nicaragua, pero no me hace ni mierda de gracia cuando se pronostica para mi país.
Y por si acaso. El comentario de Chile no tiene que ver con Chile. Tiene que ver con vos y conmigo y con lo que vamos a hacer el domingo. El resto, perfectamente podría ser solo ficción.
Deja un comentario