Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Knut

desde la isla de

Knut es un osito polar que nació en el zoológico de Berlín en diciembre del 2006. Su mamá no lo quiso y tuvo que ser criado por uno de los cuidadores, a los que Knut, como cualquier animalito agradecido con al vida, quiere como a su propio papá y le da abrazos de oso, que en la vida real, considerando lo grandotes y conchos que suelen ser los osos, es algo peligroso. Se los dio mejor dicho hasta que se murió. El papá de Knut, no Knut. El papá humano. O sea, Knut es dos veces huérfano.

Algún periodista vagabundo se fijó en la historia y Knut se convirtió en una estrella. Hay trajetas postales- muchas- con muchas fotos de Knut en todas las poses posibles. Y Knut se presta, porque diría Ella que Knut es muy corrongo.  Entonces hace morisquetas, y se tapa los ojitos y se comporta todo tierno. Y eso hace mucha gracia cuando es un osito.

Knut es toda una estrella del jet set berlinés. Que tampoco es tan grande que digamos. Hay peluches, camisetas, llaveros, recuerditos. Todas las semanas llega mucha gente a ver a Knut. Tanta, que tiene jaula aparte. Tanta, que desde que uno entra al zoológico hay un rótulo grande que dice “Si quiere ir a ver a Knut, siga este camino”.  Tanta, que salvó al zoológico de la quiebra. Hay anuncios de hamburguesas, de confites, de vodkas y estampillas de Knut.

Knut renovó por completo el zoológico y logró que la gente volviera a visitarlo. Tuvo la buena suerte que el escudo de la ciudad de Berlín es precisamente un oso- aunque negro- así que con tanto alboroto y un osito coqueto, era lógico que se convirtiera en el símbolo de la ciudad.

Knut es muy famoso. Hasta estuvo en la portada de Vanity Fair. Hay gente que dice que Knut se acostumbró demasiado a ser el más chineado y que cuando no le dan pelota, se enoja. Greenpeace se quejó porque el chiquito, ya más grande, empezó a cazar y a comer carpas. Dijero que era un relajo, que los derechos de los pescaos y yo qué sé cuánto.

Pues yo no me podía quedar sin ver a semejante oso. Así que ayer, a pesar de los 7 grados y la llovizna, me fui para el zoológico. Andaba sombrilla y además me hacen descuento de estudiante.

Knut ya es un adolescente, largo y medio panzoncillo. Se parece un poco a Shaggy, el de Scooby Doo. Tiene como unos pelillos de barba de chivo. Ya no es tan blanco-es más bien amarillento. Y tampoco tan tierno. Hay quien dice que ya no es tan lindo.

Pero aun así llega mucha gente siempre a verlo y lo saludan y le dicen cosas y le siguen riendo cualquier cosa que haga. Se quedan mucho rato, aunque haga frío, viéndolo.  Posiblemente sea el animal más visitado y el que se visita por más tiempo.

Ahora Knut está estrenando novia. Le trajeron a una osita polar desde Munich. Ella se para en dos patas y ruge. Knut ni se entera. Entonces se viene a perseguirlo para que jueguen juntos. Knut se la capea. Ella insiste. Knut prefiere caerse al agua como uno de los tres chiflados antes de ceder sus propios instintos. La gente se ríe y le aplaude y le toma fotos con teleobjetivos a ver si les sale una de postal. A veces parece que Knut se da cuenta. A veces parece un adolescente malcriado que no quiere saludar a la prima pizpireta.

A mí me entra la duda de si Knut sabrá que es un oso o si tendrá más bien una confusión tremenda y no entiende porqué le meten osas apestosas en ese lugar tan chiquito donde vive. Que porqué no puede salir a caminar por ahí como todo el mundo. Que porqué se ríen de él, que qué será lo que les hace tanta gracia.

O será que a mí por eso es que no me gustan tanto los zoológicos. Porque encuentro triste que estén encerrados. Y me angustia pensar que se pasean de un lado a otro, el tigre, la foca, la cebra, desesperados por el encierro. Hay algunos que no necesitamos haber estado en un zoológico para saber lo que es eso.


Gotitas de lluvia

9 respuestas a “Knut”

  1. Pecadito de oso…

    Diay, hay zoológicos y zoológicos… lo triste son lugares como el antiguo parque Bolívar… recuerdo que chiquitillo siempre quería ver la danta y nunca estaba… mi tata decía que estaba debajo del agua… pero últimamente he llegado a pensar que no es cierto… y el olor… siempre que huelo algo como hojas putrefactas… me acuerdo del Bolívar…

  2. Ah, no, comparado con el Bolívar, esto es el Four Seasons de los zoológicos, pero no por eso deja de ser encierro, o no?. Con Knut, me alegra que lo quieran tanto. Pero me duele que no lo dejen ser lo que es: un oso.

  3. Es inevitable… pero si no hubiera zoológicos, no se podrían ver animales vivos excepto viajando al otro lado del mundo… o metiéndose en el monte… hay zoológicos muy buenos, con bastante campo etc, y aunque no sea igual, tampoco es que en la vida salvaje todo sea “coser y cantar”…

  4. Avatar de ticoexpat

    Me uno a los que no les gustan los zoologicos. No me gustan lso animales encerrados, aunque aca mis gatos no pueden salir mas alla del balcon.

    Y conste que el zoologico aca es enorme y relativamente bonito.

    Ya habia leido lo de la mania por Knut. Hasta aca llegaron algunso de los productos. Aqui tambien les da lo de la loquera por un animal en especial. Cuando llegue eran los benditos koalas, luego los pinguinos y por un rato, los pandas, aunque ya se les paso la fiebre. A ver que els da el otro anno.

  5. Lo que se ve en las fotos es que se tostó al sol el tal Knut. Porque de oso blanco sólo le queda el recuerdo….

  6. Ticoexpat: Si, parece un mal de países desarrollados.

    Dean: en efecto. Parece que cambian de pelo a lo largo del año, igual que Fuser y que solo es unos meses cuando tienen el pelo blanco blanco.

  7. hola!!!!

    ¿Me puedo llevar tu abrazo de oso??, es que los colecciono para mi blog……………..

    Un abrazo de oso.

  8. Muy bien dicho amigo. Los animales son preciosos y asombrosos, y es genial poder verlos… pero no deben estar encerrados, todos deberían ser salvajes. Knut debería ser salvaje.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *