Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Luffah

desde la isla de

Si mi abuela me hubiera visto en una macrobiótica, comprando un paste, pero totalmente empacado en plástico, rebautizado Luffah sponge y etiquetado orgánico y además ergonómico; entre otras cosas, me hubiera dicho:

Vos quién te crees que sos? Si no sos pollo que rasca mierda a las cuatro de la mañana”

Era una frase especial para que a uno se le bajaran los humos. Y funcionaba. Rapidito.

PS: Los pastes de verdad aun se pueden comprar en el Mercado Central


Gotitas de lluvia

6 respuestas a “Luffah”

  1. Yo tengo una enredadera de paste que cubre la mitad de una cerca y un árbol de marañón entero 🙂

  2. pura tuza! (o pura tusa?)

  3. Furia: reparta, repartaaaa!

    Tetrabrik: Dice el DRAE que es con Z.

  4. jajaj… que se te bajen los humos! (y por aquí van subiendo y subiendo los humos, pero en serio!!! catástrofe ecológico total)

  5. El paste envuelto en plástico me genera un conflicto existencial. Hasta las cosas de la naturaleza corremos a envolverlas en plástico. ¿Por qué será? Supongo que es lógico en una ciudad de plástico, de edificios cancerosos y un corazón de oropel. Decía Rubén.

  6. Ilana: 😉

    Beto: A mí también se me genera conflicto y por eso me desahogo aquí. Esa cita de Rubén está hermosa, jodido.

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