Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Gerontofilia

desde la isla de

Anoche soñé que te conocía de nuevo, pero yo tenía la edad que tengo y vos apenas 23. Eras el chiquillo nuevo de la oficina. Y querías ser mi amigo y me seguías a todas partes y me hacías preguntas y querías que te explicara cosas y almorzar conmigo y que te llevara a tu casa. Y yo de poquito sentía que pensaba en vos todo el tiempo, que ansiaba verte, que te llamaba por cualquier cosa, como que me di cuenta que te empezaba a querer y que me daba un poco de pena porque eso de las edades.

Y justo cuando me decidía y te buscaba para decirte Vamos al cine, te gusta esta canción de Víctor, querés que pasemos a comer algo, escuché a los demás de la oficina vacilarte a vos y se burlarse de mí. Entonces opté por la vía del mínimo esfuerzo y en lugar de interrumpir y encarar a los hijos de puta, de lucharla, de sobreponerme a la humillación; me fui a una esquinita llorar y sentir cómo se me desgajaba el corazón en pedazos filosos y chiquitos.


Gotitas de lluvia

3 respuestas a “Gerontofilia”

  1. No sé por que tu relato me parece que esta relacionado a este otro:

    “Hay muertes que se nutren de la vida, las miradas que se esconden oprimidas
    Bailando al compás de la alegría, ocultando su voz ensombrecida
    Hay muertes que sucumben al servicio de la injuria y desaliento y de aquel que huyó de la locura.”

    Completo aquí

  2. Ay noooo… para eso tenemos la edad que tenemos, para que no nos importen las risas de los demás… (bueno, yo ahora me siento tonta como de 15 pero esa es mi historia, no esta).

  3. Avatar de Solentiname
    Solentiname

    Sirena: Lo bueno es que ya despierta, te decis que eso que ya no importa. Por eso era un sueño. 🙂

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