En una llamada en conferencia de las pichacientas que he tenido en los últimos diez días, le ruego encarecidamente a los clientes que terminemos el tema antes de este viernes, porque el lunes me voy dos semanas de vacaciones.
Uno de ellos, metiche, atrevido e igualado, en esa forma en cierta forma simpática que tienen de ser los gringos, haciendo conversa y genuinamente sorprendido, me pregunta:
“Y a dónde se va uno de vaciones cuando vive en Costa Rica?”
Es decir, la publicidad del ICT funciona. Somos el destino paraíso. Todo extranjero ha venido a Costa Rica o conoce a alguien que haya venido a Costa Rica o que sueña con venir.
Como el prospecto del viaje me quita el estrés y hace que el corazón me lata más rápido, le digo:
“No sé los demás. Yo, el lunes, me voy para Chile”
Así que dense por notificados. A partir del lunes se reporta laif desde las mismísimas Anchas Alamedas.
Para el Antídoto, es el Regreso, así con R mayúscula, al país que lo vio nacer y que luego se vio obligado a abandonar, gentil cortesía del difunto Generalísimo.
Vamos a hacer realidad una promesa de hace ya un tiempo de “Yo te muestro mi Chile y tú me muestras el mío”
El título del viaje es “Toda rodilla se doblará” y estoy empacando kleenex y guantes para cuando me vaya a saludar a los pingüinos allá abajo en Chiloé.
Prometo fotos si logro superar barrera tecnológica.
Dejo así rendida mi explicación de tantos días de silencio y promesas de post pensados y rumiados pero no publicados por falta de tiempo.
Deja un comentario