Mes: mayo 2005
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Quería ser blanca, como la luna,
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desde la isla de
como la espuma, que tiene el mar… Hay que dejarse de cosas: Todas quisimos, entre los 5 y los 8, llegar a ser Miss Universo. Y tal vez, por un minuto iluso, hasta creímos que, quien quita un quite, era una posibilidad real si uno se lo proponía. Eso y el mito del príncipe azul…
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El Aeropuerto
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desde la isla de
Tengo la carta guardada desde hace treinta años. Es la única que tengo. Me habla a través del tiempo, amarilla, con una esquina doblada, y frágil con los años. La abuela de las cartas. Me la envió desde Italia en 1973, para mi primer cumpleaños. Tiene al frente una muñeca preciosa, vestida de rosa y…
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Declaración de Principios
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desde la isla de
Porque el corazón no quiereentonar más retiradas Gracias Uruguay
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Viajes
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desde la isla de
Cada vez que entro al mall, hago un voto de protesta silencioso.No lo disfruto. Simplemente lo tolero.Ese día me observaba de pie en la entrada. “Le hubieras sonreído o cerrado un ojo”- me dijo Memo. Yo, en sus ojos verdes, vi Valparaíso.
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Pecho a tierra
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desde la isla de
Tanto silencio, según yo, me confirmaba el tácito final del idilio raro.Tampoco es que me sorprendiera, porque siempre he tenido muy claro,que en el mundo en que el vos sos príncipe, las mujeres como yo,sin pedigree, nunca pasamos de ser sirvientas. Pero te llamo por el sadomasoquismo de la confirmación y el desprecio.Y entonces me…
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La hija de Elsa
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desde la isla de
Desde el primer jueves que me vio en la Plaza, se vino con una sonrisa en el rostro y una mano alzada a saludarme. Ella, menuda y bajita, me puso la mano en la mejilla. me hizo agachar y me saludó de beso emocionada. “¿Cómo estás, querida?” y me regaló una sonrisa y una mirada…
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Volvamos a la tierra
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desde la isla de
Ayer fui a almorzar con mis tres primeros compañeros de trabajo de mi primer día hace siete años en la Corte. Fue casualidad. Iba a ir solo con un uno, pero por casualidades del destino, coincidimos todos. Como cuando los grupos viejos de rock hacen el concierto de la reunión, al principio no sabíamos ni…
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La caída
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desde la isla de
El cólico punzante de cuando vas corriendo, invoca las más cobardes excusas de rendición incondicional disfrazadas de excusas dignas. Iba analizando la número quince, sintiendo lástima por mi sudado cuerpo, cuando fui a dar con toda mi humanidad de sopetón contra la tierra. Atrás, una raíz traicionera sonreía sarcástica ante mi caída. Pensé en hacer…
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Es importante
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desde la isla de
LLegué estrictamente a requisar una foto de mi papá, muerto hace 30 años. La que siempre había llevado en la billetera se perdió junto con el resto de la cartera que me robaron en un restaurante. Mi mamá registró entre gavetas las cartas viejas que me dice me entregará el día en que se muera,…
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Qué pretenden?
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desde la isla de
Cuando una mujer, en lucha tenaz contra la osteoporosis y el colesterol y con la ilusión lejana de pienas sin celulitis, corre por La Sabana, independientemente de que corra con tanga brasileña o de moda muslmana cubierta de la coronilla a los tobillos, siempre- atención todas- siempre se va a topar con alguno de los…