Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Actos de amor

desde la isla de

El primer año que mi primo Rodolfo trabajó en las vacaciones, guardó su sueldo y el 14 de febrero, invitó a mi abuela a almorzar a Rostipollos. Solos, ellos dos. Mi primo era el primer bisnieto de Mimí y además, varón. A Rodolfo, que era el menor de todos, le servíamos todos. En Rodolfo se perpetuaba la formación machista. Mi abuela a mí me quería, pero con Rodolfo tenía una adoración sumisa. Después de eso, todos los años, cuando venía el día de los enamorados, Mimí nos preguntaba a cada una por aparte “Vos sabés si este año Rodolfito me irá a invitar a comer? Te ha dicho algo?”

Desde primer grado, mis libros de inglés hablaban de esas cosa extraña de pedirle a alguien “Be my Valentine” con una tarjeta de corazones, chocolates de vuelitos y todos los tonos de rojo. La guerra civil en mi casa era tal, que en algún momento asumí como propia la tarea de buscar reconciliaciones aunque fueran forzadas. Ahorraba y el 14 de febrero, le compraba a mi mamá un regalo de parte de mi padrastro y viceversa. Se los dejaba sorpresa, como si fueran del uno para el otro. Nunca me dijeron nada. Me cansé al tercer año de encontrar las cosas en el basurero.

En los festivales del colegio, por 100 colones, uno podía mandar corazones. Anónimos, firmados, con recados, con un corazoncito de chocolate por un cómodo recargo. Los más populares y bonitos recibían toneladas de corazones. Las remitentes esperaban nerviosas las reacciones. Había un grupo de indecisos rondando el escritorio que servía de oficina corazón. Yo nunca mandé uno. Nunca recibí uno. Siempre lo quise. Mandarlo o recibirlo. Siempre quise saber si alguien hubiera querido mandarme uno.

El Patán me llama para decirme que el 14 de febrero, cometió un acto de amor en mi nombre. Que alguien que no conozco se quejó de lo mucho que tomó un trámite. Y es cierto. Fue eterno. Y se lo digo. “Igual yo no permito que nadie hable mal tuyo. Me levanté y se lo dije a ese hijueputa. – Usté no sabe de quién está hablando ni la calidad de persona que es Sole, así que lávese la boca- Por suerte era algo de brete, porque si hubiera dicho que eras una puta o algo así, lo mato, LO MA-TO. Ves como sí te quiero?”. Le pregunto que cómo le fue con semejante escena. Me dice que otro socio le reclamó que se le pasó la mano y que con semejante escena, la gente va a volver a hablar y a decir que andamos juntos. Otra vez. Yo ni siquiera me ofendo, ni me asusta la idea de que hablen de nosotros. Estoy mesmerizada de la emoción, de esto que se siente cuando alguien te defiende o da la pelea por vos. Y me quedó pensando porqué es eso. Y entonces me siento un poquito triste.

En el aeropuerto, mientras espero a Marcelo, me encuentro a un cliente que es simpático y además, irlandés. Con todo y acento. Hablamos paja mientras llegan los vuelos. Le encanta el clima, la seguridad, la gente. Pronto empezarán con clases de español porque haya complicadillo vivir aquí sin entender ni mierda. Comentamos otras cosillas y me comenta, extrañado, la importancia que le dan aquí al Día de los Enamorados, que la ve más fuerte que en la Yunai. Le digo que ni tanta, que no es algo tan fuerte, que no se compara con allá en el norte. Me dice que la impresión que tenía era otra, porque a juzgar de lo que veía en los malls, los ticos nos desnarizábamos por comprar tarjetas, peluches, chocolates, globitos y cuanto otro chéchere para el objeto de nuestros suspiros. Mientras me enumera las muestras de amor comerciales que ha visto, yo repaso por dentro los números de infieles, enfermedades venéreas, divorcios, pleitos, amores imposibles, forzados y fingidos. Le explico que la razón de eso, es que él visita solamente los malls allende del peaje. Que en los lugares de gente común y corriente no pasa eso.


Gotitas de lluvia

4 respuestas a “Actos de amor”

  1. En mi hogar tampoco pasa eso… qué celebración más detestable!

  2. Aca es un adefesio cultural… y persiste. Para colmo, hay un Dia de San Valentin Bolanco, como le dicem que va con el calendario chino, y es otra cosa. Se celebra el paso a la pubertad de lso muchachos. Preguntame cual es el mas importante ahora, cual se lleva la mejor tajada comercial? Preguntame…

    Yo me compro flores casi todo slos domingos. Le dan buena vibra al escritorio.

  3. Gracias por recordarnos que no importa tanto el tema como la pluma. O la tecla, en este caso.

  4. ¿El Rodolfo del comentario será el primo? Jeje… De verdad que eso del machismo es ciertísimo… no tanto en mi familia, pero he visto cada caso… que te saca el hígado…

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