Betito entra a la sala llena de familiares, amigos, hermanos, amigos de los amigos, invitados, primos y colados que disfrutan de la mega casa de lujo alquilada en una de esas playas exclusivas del nuevo pacífico norte, jugando con el wii en lugar de con las olas, tomando guaro hasta intoxicarse, regando salsa chunky en la alfrombra persa de la casa alquilada, a punta de pantas y chanclas, durmiendo en colchonetas y sleepings sobre cada centímetro disponible del piso. La clase alta demeustra que también sabe lo que es una ocupación precaria.
Se desploma en un sillón inflable y porque tiene confianza con la familia, se queja con el tumulto de lo torcido de su suerte de fin de año:
“Esa roca es una zorra. Ya se hechó a seis y yo fui el primero”
Notas aclaratorias:
1. La roca tiene 16 años y 20 centímetros de altura más que Betillo, que es una carajadita como así porque aun se ve como de sexto grado.
2. “ya” es el período de cuatro días que para el momento de los hechos llevaban la roca calificada de zorra y Beto en la misma playa exclusiva.
3. “Se echó”, a esas edades, significa que se apretó, a los seis en cuestión. Los apretes que se le atribuyen ocurren en la playa, a plena vista y paciencia de los adultos presentes que sonríen ante el furor vaginal precoz que demuestran las hijas de los otros mientras aseguran que las de ellos son distintas, solo por la condición de propias. Esas mismas madres parten que esa maniobra de manoseo y besuqueo en realidad es un inicio de una relación formal de novios con rumbo al altar y se pregunta qué pasarán cuando tengan 19 años.
4. 6 es el número de apretes. Las víctimas de la roca varían entre los 13 y los 19 años.
5. “Yo fui el primero” denota la escondida esperanza del Betillo, no solo de ser el primero, sino además el orgullo perdido de haber sido el único o el último, aunque lo niegue enfáticamente, con madrazo incluido, cuando uno del tumulto le pregunta burlón si en algún momento creyó que ese restriegue pasajero podía ser un amor verdadero, mucho menos eterno.
6. Betillo no sabe que entre hermanos de leche- en este caso de baba- es de mucho peor rango ser el sopero. Alguien se encargará de aclarárselo.
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