Tomás, a quien leo con gusto y con frec uencia, me decía el otro día que yo tengo razón, que el peaje es un relajo, pero que en este momento lo que está hot es lo de Honduras. Me quedé pensando y me convenció de exponer- como suelo hacer- los motivos por los cuales no he escrito nada sobre ese tema o, dicho de otra forma, las cosas que llevo por dentro al respecto. Para no quedarme por fuera en el alboroto. Para ser parte de la pelotera. Advierto, eso sí, que algunas de ellas son cosas que ya se han dicho en otros lugares, blogs, twits o periódicos:
Me molesta la gente horrorizada por el golpe, como si el último que hubieran visto fue el de Chile en el 73. Qué es, que ya nadie se acuerda del golpe de Estado a Hugo Chavez hace unos años? Chavez, le guste a quien le guste, también es un presidente electo en forma democrática. Y el hecho que sea un bocón y un malcriado o que le caiga mal a todo el mundo, no le quita esa condición de haber sido electo democráticamente, en elecciones transparentes. Pero de ese golpe, ya nadie se acuerda. Ahí nadie levantó la voz para decir que se estaba violando a la democracia. Nadie amenazó a Venezuela de suspenderla de la OEA. Porque, gracias a los medios, Chavez es un dictador, como Pinochet, pero electo democrácticamente. Porque en este milenio, dictadores no son solo los que se hacen del poder mediante golpes de Estado. Dictador es el que no está de mi lado o amenaza de alguna forma mi status quo.
Y además, cuál es la novedad de un ejército golpista? Qué es lo que les extraña? O es que alguien cree que solo por el hecho de haber cambiado de siglo los soldados dejaron de ser los matones que han sido siempre? Que se les olvidó todo lo que les enseñan en la formación militar, lo que les enseñaron los gringos o lo que ellos mismos han ejercido en los mejores momentos represivos? Ahí sí, vean lo que le pasó a Allende por andar creyendo en un ejército que defendía a la constitución. Mientras haya un militar cerca, el riesgo está latente. Don Pepe podría haber comido plata en confites, pero tenía muy claro los beneficios de acabar con una institución tan macabra.
Yo creo que la posición fácil y cómoda ante el asunto, es hacer un post en mi blog y unirme a cuantos grupos hayan de esto en facebook. Estoy a solo un click de ser cibernéticamente comprometida con la causa con el plus de no moverme del sillón de mi casa. No veo a nadie yendo a marchas de la solidaridad, enviando correos a la embajada de Honduras o haciendo algo que requiera un esfuerzo físico, o compromiso real o que tenga algún efecto tangible en la realidad. Nada como ser revolucionario de perilla, o en este caso, de teclado!
Yo, que probablemente merezco el infierno por lo que voy a decir, opino que twitter en esto no sirve para un carajo. Precisamente por lo que citaba el Fusil el otro día. Uno paga por los medios de comunicación tradicionales por la credibilidad que brindan. Cualquier persona a la que le funcione un mínimo porcentaje del cerebro entenderá que el hecho que, digamos, @catracho delpueblo confirme que esto u aquello sucedió, solo contribuye al chismero. Quién es @catrachodelpueblo? Porqué le vamos a creer? Cuál es su trayectoria informativa? Cómo sabemos siquiera si existe realmente? Hasta me dan ganas de pedirle a un primo que vive en San Pedro Sula que nos pongamos una agencia de noticias internacionales con los chismes de los amigos, los vecinos y los que inventemos para ponerle sabor a la cosa.
Me ahueva que Obama se ve tan paños tibios en toda esta situación. Me molesta que no le corte YA la ayuda gringa a Honduras, que no suspenda la visas, no pare las remesas, que no llame a su embajador en Honduras y le diga “O para el mierdero o se viene ya para acá”. Me decepciona. Me parece que se debilita. Y los Chinos? Porqué los chinos no han dicho nada? Porqué nadie le reclama a ellos que se han quedado calladitos?
No entiendo porqué los golpistas no podían esperarse 5 meses más a que hubiera elecciones. Todos los países de América con democracia hemos tenido que tolerar gobiernos de mierda y Costa Rica no es una excepción. Para mí, el gobierno de Abel Pacheco; para muchos otros, el actual gobierno de Arias. Y qué? Uno se aguanta como los machos y se espera los 4 años y vota por el contrario sin hacer mayor despiche. A menos, claro, que ya sea evidente que el presidente de mierda va a ser reelecto porque lo quieren los más pobres, que gracias a las políticas de explotación, son mayoría. Es decir, que los pobres ganan cuando los dejan escoger.
Lo que me lleva a la observación fáctica de que en las manifestaciones de apoyo a Micheletti, se ve lo mismo que en las manifestaciones de oposición en Venezuela: los manifestantes llevan sombrillas de sol y anteojos oscuros. No vaya a ser que se les queme su blanca piel o reciban sol sus ojitos claros. Las manifestaciones a favor de Zelaya, se caracterizan por los manifestantes morenos, de aire sencillo, la mayoría con severos problemas dentales (les faltan dientes) o de dicción. Que a nadie se le olvide: En Centroamérica, con excepción de Costa Rica, el color de la piel es una declaración evidente de tu clase social.
Quién está detrás de Micheletti para que él afirme con tanta tranquilidad que nadie lo quita? Y si vencido el plazo de la OEA, no restituyen a Zelaya, qué? Alguien se ha puesto a pensar en el reguero que se arma si entran fuerzas, digamos venezolanas, en un país donde hay además una base militar gringa? A mí me gusta lo que Chavez está haciendo en su país. Pero con todo y eso, no quiero una fuerza militar invasora extranjera aquí no más, a la par de la puerta.
Porqué nadie dice nada de lo que ha hecho CNN, hablando de una transición forzosa, no de un golpe de Estado y dedicándole horas a la muerte de un pobre imbécil, adicto, aproblemado y traumado, que cantaba y bailaba bien hace más de 10 años, tratándolo de ídolo de multitudes mientras hay siete millones de hondureños en estado de sitio y bajo toque de queda?
Y para terminar, vuelvo a uno de los puntos iniciales: no hay nada mejor que ver una crisis desde el monitor, a muchos kilómetros de distancia. Al igual que con muchas otras cosas, uno tiene que ver de las experiencias ajenas lo que le afecta a uno. Y en este caso, a lo que hay que prestar atención es al abuso. En Honduras, alguien creyó que podía abusar a gusto, haciendo del ejército lo que nunca ha sido: el brazo de un poder judicial. Secuestrando a un presidente “sin ropa interna”, mandándolo de una certera patada en el culo a cualquier país que lo quisiera recibir y luego, cruzando los brazos hacerse el gato bravo y anunciar que nadie pasa esta raya porque se arma la bronca, como si fuera un pleito entre dos gamonales que se resolvería a machete limpo. No extraña cuando recuerda uno que fue Honduras uno de los protagonistas vergonzosos de la famosa guerra del futbol.
Los abusos así de grandes no tienen generación espontánea. Suelen iniciar con una cadena de abusos pequeños, impunes. Majonazos de los que uno no puede defenderse, no hay donde quejarse, ni hay otras opciones. Pueden empezar, por ejemplo, por lo injustificado y abusivo de un peaje de mierda.
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