Este video se ha hecho famoso recientemente en Internet, a pesar de que los eventos que retrata ocurrieron hace más de 30 años. Yo tengo mis teorías de porqué el video pega:
Versión animalera: Si uno tiene, digamos, un perrito pastor alemán, tamaño ternero, guapo hasta la médula, que responde al nombre de Fuser y al apodo de “Guapo” y al que se le da trato de mascota muy querida, este video le parte a uno el alma. Es decir, es para cualquiera que alguna vez haya querido a un animal. También para el que reclama cuando en una casa tratan a un perro como a un perro (y no como a una mascota). Y hasta me atrevería a decir que para vegetarianos. O para considerar lo de comer carne. Confirma lo que sabe cualquier dueño de mascota: es mentira aquello de que los animales no piensan o de que no tienen pensamientos.
Versión mal manejo del trauma de separación: Para cualquiera que, como la suscrita, alguna vez haya perdido a alguien muy querido, este video refuerza la esperanza secreta que uno tiene de volverse a encontrar y de la emoción que eso implica. Yo, por ejemplo, durante años soñé que mi papá no estaba muerto, que simplemente se había ido y que no quería saber ni de Ella ni de mí. Cuando uno además se las tira de ateo, es todavía más difícil creer que uno se volverá a reencontrar con alguien que quiso, aunque es una idea que uno añora, sobre todo algunos días duros. Para más llorada emocional, les recomiendo la peli “What dreams may come”, especialmente la escena en la que Robin Williams se reencuentra con su hija.
Versión National Geographic: De varios amigos que les he mostrado el video, al menos dos brincan cuando el león se viene corriendo. Y me dicen “Qué susto! Se imagina que no era?” o “qué peligoroso!!” como si yo intencionalmente les fuera a mostrar un video de un león desvirolado que se come en vivo a dos ingleses ilusionados con recuperar a su gatito.
Versión awwww: Sí, la historia es corny, kitsch, corronga, chick-flick, sentimentalona, empachosa y todos los adjetivos que se le puedan aplicar. Se remata con la música que le pusieron y el mensaje new age de ponte en contacto con un amigo que de por sí duran para siempre aunque uno les haga chanchadas (como abandonarlos en la selva). Yo creo que las amistades sí se dañan, y peor aun, que muchas veces somos nosotros los que nos encargamos de hacerlas carroña. No es tan fácil como ponerse de nuevo en contacto. Muchas veces lo primero que hay que hacer es pedir perdón. And mean it.
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