La vida nos sigue sorprendiendo. No con las cosas que pasan durante la vida. Nos sorprende cuando la vemos surgir, en un parto.
La maternidad nos sigue sorprendiendo. Nada que te puedan contar se compara con la vivencia. Nada.
La muerte también sorprende. Aunque haya sido una vida muy larga. Aunque haya sido una enfermedad muy dura. Aunque sea natural, propia de la vida.
Nacemos, nos reproducimos y morimos desde que el humano es humano y sigue siendo el mismo asombro.
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