Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Tiempos

desde la isla de

Para Tilla, cualquier cosa en el pasado pasó ayer. Y cualquier cosa en el futuro, pasará el lunes. Así, durante toda su vida. Me pregunto qué se sentirá vivir sin la sensación del tiempo o con todo el pasado y futuro acumulado en dos días, días que cada vez se hacen más grandes con los recuerdos.

A veces pienso si Pato de grande nos recordará como un papá neurótico que se enoja por todo y una mamá plana por los ansiolíticos. Y me entra una enorme nostalgia. Mi depresión rara vez es tristeza. Es esa nostalgia gris, que me envuelve como una niebla. Y el silencio.


Gotitas de lluvia

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