En la repartición de talentos, a mí me tocó uno tan monumental como inútil a pesar de estos tiempos globalizados.
Esta isla tiene la capacidad de imitar todos los acentos del idioma español. TODOS. Incluyendo el español CNN, el de chicanos, cubanos con años en Miami, comemierdas y gringos tratando de hacerse los simpáticos. Sip. Desde la Patagonia hasta el Río Bravo e incluyendo España. Sin excepción. Una especie de políglota cultural unidiomática.
Y no sueno como una tica tratando de ser graciosa hablando como un extranjero para congraciarse. Se escucha tan exacto que le para el pelo a los originarios del país en cuestión y me chillo. Además me permite confundirme con la población autóctona, salvo que sea un país conocido mundialmente por ser enanos y muy blancos.
No solo los imito. Me sé las palabras propias del lugar en cuestión y las uso como cualquier nacional. No necesito subtítulos para ver cine hispano. Me hacen gracia los chistes. Me sé las malas palabras de cada jurisdicción y esas gotitas de sabiduría que no sirven para nada como “Sabías que en Cuba papaya es una mala palabra?”. Comparo la similitud entre los distintos acentos y el origen histórico de eso (Nota de Sole: El acento depende del acento de la población indígena y el pueblo de origen de los inmigrantes y colonizadores.). Podría sacar el título por suficiencia de traductor simultáneo de dialectos latinoamericanos.
Es tanto, que no solo puedo saber si alguien es Mexicano. Puedo saber de qué parte de México y si tuviera tiempo y me dedico, hasta el barrio. Lo escucho dos horas seguidas y lo imito exacto. Me doy cuenta si es un colombiano que ha pasado por periodos en la infancia en República Dominicana y ahora es un asimilado por los años de vivir en Guatemala. Escucho un uruguayo y me doy cuenta al tiro de la diferencia del acento y las formas gramaticales con un argentino. Cacho en el aire al borraja que pretende hacer creer que por dos meses en el extranjero ya no habla tico.
Si hubiera nacido en otra época o en otro país, y si no tuviera moral, me podría haber dedicado a eso de agente doble, asesor de espías, consultor en asuntos latinoamericanos o cosas similares. Pude haber ido a brincos y a saltos de revolución en revolución prestando mis brazos, mi cerebro y mi lengua en la liberación de los pueblos hermanos.
Pero como nací y me crié y estudié derecho en el actual Reino del Palomo Reloaded, solo me sirve para contar chistes con acentos internacionales, disfrazar la voz cuando llamo a un programa de opinión para cagarme en el invitado, ponerme nuevas metas de intentos de inmersión y asimilación en los viajes y divertir clientes y multitudes.
Se aceptan sugerencias útiles y remunerativas para mi talento inútil. Considerando el estado orgánico de Parmernio, cualquier sugerencia de intervención en algo similar a la extinta Patada está descartado.
Se aceptan además donaciones de libros sobre lenguaje, acentos e idiosincrasias similares.
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