Trabajadores de mi patria:
Tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que mucho más temprano que tarde se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor
¡Viva Chile!¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras teniendo la certeza de que el sacrificio no será en vano. Tengo la certeza que al menos habrá una sanción moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.
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