Sopla el viento, el atardecer se queda más tiempo, el celeste y el naranja son intensos. La gente se para a media calle a tomar fotos. Los testigos de Jehová van evangelizando entre semana cuando usualmente salen los sábados.
El parque está lleno. Hay bebés gateando sobre el mismo zacate que Siggy chupetea, orina o caga. Hay parejas hablando sentados en un pollo. Por allá hay una muchacha paseando un chihuaha. Hay más gente en la calle.
Al otro lado hay unos hippies sentados en el zacate. Uno de ellos amarró un mecate entre un árbol y otro y camina practicando la cuerda floja. Pato quiere que lo vayamos a ver de cerca. Pero entre más nos acercamos, más fuerte el olor a marihuana.
Hay una urgencia de estar afuera, de llamar a los demás y compartirles que está haciendo una tarde lindísima.
Deja un comentario