Una y sus circunstancias
Me pregunto si yo era en realidad esas hormonas que se fueron a la basura con los ovarios que solo dolor y sangrados de catarata me trajeron.
Si mis intensidades, mis picos, mis guindos, los amores, los enojos, los ideales, las pasiones, los miedos eran solo manifestaciones hormonales.
Si todo lo durmieron los ansiolíticos. Pero no quiero volver a sentirme en un temblor ansioso todo el tiempo. Es más aburrido así, pero lo prefiero a esa sensación de inminente desgracia.
Tal vez es una depresión. Pero esas las conozco bien y una, deprimida, siente y siente mucho y lo que siente es dolor. Y no tengo eso.
Hay una paz que me cuesta aceptar. Una tranquilidad que me es extraña, nueva. Una sensación de que no me falta una parte de mí, ni que hay heridas abiertas.
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