Soy una solterona, cumpliendo con las amenazas de mi abuela y mi madre. Pero me voy a casar y de repente me doy cuenta que la fecha está encima.
Llamo a la iglesia donde había reservado y me dicen que no encuentran la fecha, que les de el recibo de la reservación.
Tengo reunión en la oficina y veo un arreglo de flores enorme, que se está marchitando un poco, pero aun me sirve para decorar la iglesia y ahorrarme esa plata.
Ando en jeans. Mientras hablan de clientes, yo pienso en pedirle a Gaby que me case en una carrera y que además tengo que llegar a buscar el vestido de novia que no me dará tiempo de aplanchar de todas formas.
Llego a la casa y me pongo a buscar entre los papeles para reciclar a ver si encuentro el recibo y aparece. Llamo a reclamar. Me dan la razón, tiene que ser mañana a las 4.
Ando el arreglo floral en el carro, se le caen pedazos. Coordino todo por teléfono mientras voy en la presa, calculando a qué hora llego.
No quiero maquillarme. Prefiero mi cara lavada.
Mi mamá me pregunta por el novio. Entonces me doy cuenta que no lo conozco, que nunca lo he visto, que solo sé el apellido.
Tengo que llamarlo para avisarle de la iglesia, de la hora, del arreglo.
Entonces me despierto.
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