Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

8160

desde la isla de

Anoche soñé con mi carro. Tengo varios sueños recurrentes con el tema de los carros.

  • Dejo mi carro en un parqueo que tiene varios niveles, usualmente en el edificio de mi oficina, con rampas de acceso y me pierdo. No sé dónde lo dejé. O no recuerdo cómo era el carro. Cada nivel es gris y muchas veces oscuro.
  • Una variante del anterior, es ese mismo parqueo enorme, pero en una esquina del Mercado Borbón. La planta que da a la calle, es esquinera, rodeada de malla, nadie sospecharía del laberinto que hay por debajo.
  • Los sueños donde pierdo el control del carro, subiendo o bajando cuestas o no me entra la señal o waze.
  • Los sueños donde insisto en movilizarme en bicicletas o carros de niños, muy pequeños, pero que a mí me sirven perfecto.

Y este, que me parece recurrente, pero tal vez no lo es. Soñé que recordaba que había tratado de comprar un carro nuevo, en una especie de oficina, donde había dejado un adelanto 8160 dólares. Ellos se habían comprometido a tenerme listo un carro nuevo en un plazo, pero a mí se me había olvidado y no había regresado. Probablemente pasó en otro sueño.

En el sueño pasaba al frente de ese lugar, lo recordaba y entraba a preguntar por mi carro nuevo. Nadie sabía nada. Yo insistía en el dinero que dejé y buscaban mi expediente. Sí, ahí constaba el depósito, pero además constaba que yo dejé de hacer los pagos adicionales a los que me había comprometido, una especie de intereses.

Yo quería que me devolvieran mi dinero y argumentaba que ya que no me dieron el carro al que se comprometieron, me devolvieran mi plata y que no había motivo para que yo pagara intereses sobre mi propio dinero, que eso era una incoherencia.

No querían. Parece que el dueño del lugar vivía de eso, de promesas a terceros a cambio de precios muy bajos y que los terceros se olvidaran del tema. Hizo hasta lo imposible para no devolverme la plata.

Me agarré con la muchacha que me atendió, que se resintió mucho porque la acusé de tener el expediente en desorden y con muchas hojas que no tenían nada que ver con mi caso, sino con un viaje a Estados Unidos que ella había hecho.

Me agarré con el abogado del negocio, que venía de Nicoya, con quien me senté a ver el expediente y ahí mismo descubrimos que los documentos que supuestamente me comprometían, no tenían mi firma. Yo arrancaba todo lo que no tenía que ver con mi caso y el abogado trataba de rescatar una hoja donde constaba que yo sí había pagado dos cuotas de intereses.

Luego le hice ride a la muchacha que me atendió y me arrepentí de haber sido tan cruel con ella y le conté la historia del estado social de derecho que en dos generaciones mostraba el avance de una familia: la mía.

También soñé que echaban a Pato de la escuela por bajo rendimiento. Me había escondido un examen de Geografía donde había sacado un 3.5. Me decían que de todos los chicos, era el que menos alemán hablaba y que probablemente nos llamaría el director para pedirnos que lo sacáramos. La maestra me recomendaba otras escuelas. Yo quedaba devastada.


Gotitas de lluvia

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *