Al entrar al agua, se me cayeron los anteojos y aun así seguí nadando
Sé que llevaba los ojos cerrados, pero juraría que veía el agua delante de mí, esa ola blanca que se genera cuando alguien bracea muy rápido.
Se me atropellaban los pensamientos y no sabía qué hacer o qué pensar. Solo NADE.
Pensé que iba a poder ubicarme a ciegas, que el cuerpo me diría por dónde iba. No.
Pensé que podría ver cuando respiraba. Era imposible abrir los ojos con esa cantidad de cloro.
Dos o tres veces pegué con la carrilera. Entonces eso significa que no iba nadando recto. No sé cuál brazo iba mal.
No dejé de patear ni un segundo. Choqué con la pared.
33.14 segundos. Pensé si repetía. Pero parece que a ciegas es un tiempazo.
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