pero yo sigo con la confusión. Cada vez que termina el año recuerdo el final del 2019.
Tenía Pato alzado, estábamos en el patio de la casa de un amigo. Al dar las 12 le di un beso y sentí esa esperanza de lo que estaría por venir.
pero el 2020 traería la pandemia, el miedo al virus, a la intubación, a la muerte. Una ansiedad poco antes sentida.
Y el 2021- mi año perdido- traería una cirugía de 6 horas, 2/3 menos de estómago, un tumor T4 que ningún examen previo pudo detectar, 6 rounds de quimio. Y una laguna enorme en la memoria.
De alguna manera yo me quedé en ese patio a media noche, hará 3 años.
Anoche soñé con Marce. Me decía que sentía que estábamos haciendo un buen trabajo con Pato. Que quería que siguiéramos juntos. Que ya había dejado para siempre a la otra mujer. Me preguntaba si era feliz.
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