A Pato lo vacilo con darle algo pero no se lo doy, y en lugar de enojarse, se ríe.
Le digo algo en broma, como “no sabía que podías hablar ardilla”- y lo agarra al aire y se ríe.
Se ríe conmigo. Entiende mi humor. Nos entendemos.
No se enoja ni se ofende. Sabe que lo quiero.
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