Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

La revolución del desayuno

Una vez, en un país de Europa del este, vi pepino y remolacha para el desayuno. Como buena latina, me burlé de esa locura. También había tomate y ensalada.  Y peor aun, gente que se lo servía.

Poco a poco me he ido afincando en este gastronómico.

Me desayuno una pupusa con ensalada de repollo de la feria.

¿Se acaba la ensalada de repollo? Pues le acerco de la que me hago yo con berenjena y tomates asados, feta, albahaca, alcaparras y balsámico.

Me compro una ensalada de quinoa y la guardo para el desayuno del día siguiente.

Ayer hice el arroz con pollo de la receta de mi abuela. Hoy estaba antojada de desayunar algo salado y pensé en cuál Fresh parar para comprarme tal vez pancito, tal vez Patty, hasta que me acordé que en la casa había comida y me desayuné un plato hondo del arroz que había hecho.

La más vanguardista: coca light y chips

Y vos, ¿qué pensás?