Mami, tú extrañabas a Fuser cuando se murió?
Le cuento cómo lloré por días y días. Cómo me hacía falta físicamente, sentirlo entre las manos, hablar con él, jugar con él. Cómo me cuidaba cuando estaba enferma. Cómo me sentí muy sola y sentí que se me hacía un hueco en corazón. Cómo me dolió. Cómo perdí a mi mejor amigo.
Empezó a llorar y no paró por una hora y media. Ahí, en la oscuridad de su cuarto, yo lo abracé en su camita.
Lloraba porque va a extrañar mucho a su perro cuando su perro se muera.
Amor, pero falta mucho para eso. Es mejor pensar en lo que tenemos hoy, que está aquí, que te quiere, que juega contigo, que pasa pendiente de vos. Siggy va a vivir muchos años. Vos ya vas a ser un hombre.
Mami, es que nunca me voy a olvidar de él. Nunca te voy a olvidar, Siggy.
Los amores nunca se olvidan, bebé. Viven en uno para siempre, como una lucecita que se queda encendida en el corazón.
Mira, mi papá murió cuando yo era muy niña, y aun hoy hay días en que hablo con él, como cuando te estábamos esperando a vos y todos los días yo hablaba en mi corazón con él para pedirle que todo saliera bien, que me diera paciencia, que me diera la fuerza para ser tu mamá.
Estás llorando Mami? Porqué lloras? Tú también lo vas a extrañar? No lo vas a olvidar nunca?
Claro que lo voy a extrañar y no lo voy a olvidar. Pero falta mucho para eso, gordo, ya vas a ser un hombre grande. Uno siempre puede escoger cómo sentirse y podés sentirse muy mal ya, que falta mucho para que Siggy se muera o disfrutar que está aquí con vos y estará por muchos años más.
Lloro porque cada vez que uno pierde a alguien que quiere mucho, a uno se le rompe el corazón.
Mami, yo ya siento que el mío se rompió. Yo quiero que Siggy viva para siempre.
Mi amor, nada es para siempre. Y claro que duele. Yo quisiera que nunca sintieras dolor, pero el dolor es parte de la vida y lo vas a sentir varias veces. Y de cada vez vas a salir más fuerte, mejor persona, con más compasión y entendiendo mejor a los demás. Yo sé que ahora no lo entendés, pero el dolor le da sentido a la vida. No hay que tenerle miedo al dolor, hay que pasarlo, no hay otra opción.
El dolor va pasando con el tiempo y luego te das cuenta que hay que estamos agradecidos de tener a Siggy en la vida y de todo lo que nos da y entonces los recordás sonriendo.
Sin Siggy yo ya no podré ser policía con perro policía cuando sea grande…
Los perritos se quedan con nosotros el tiempo que uno los necesita y luego se van cuando saben que uno estará bien sin ellos.
Está mal que llore, mami?
No, corazón. Hay que llorar todo lo que se necesite. Trata de nunca llorar solito.
Y podré tener otra mascota después de Siggy? Yo quiero tres hamsters.
Empieza a cantar una canción inventada por él. Yo te voy a extrañar, nunca te voy a olvidar. Voy a extrañar tu cola, tus cuatro patas, tus ojitos y tu orejita caída. Es una canción tan triste, una melodía que recuerda a una ranchera desgarradora, que lo hace llorar aun más. Me pide papel para los mocos, quiere agua porque no puede parar de llorar.
Le digo que cantar nos ayuda con el dolor. Las canciones, la pintura, el teatro, las películas, los libros. Que los amigos nos ayudan y nos acompañan y nos consuelan. Que no hay forma de evitar el dolor.
Me abraza. Se sube encima de mí. Todavía huele a bebé. Me toca los ojos para ver si tengo lágrimas. Se duerme tan repentinamente como empezó el ataque de llanto.
No tengo corazón para decirle que un día yo también me voy a morir
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