Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

483 casos

Soñé que me casaba con el hermano porque no me podía casar con él. Pero nos seguíamos viendo, porque era como un internado o un lugar cerrado. Yo trataba, de verdad, de obligarme a querer al hermano, de sentirme tan atraída hacia el hermano como hacia él. Pero no funcionaba. Cada vez que lo veía en alguna situación en común era claro, para los dos, que mi decisión había sido estúpida y que ninguno de los dos quería que el hermano sufriera, porque ese sí estaba contento con la idea.

Podría ser un buen guión para una peli malona de Netflix. Para mí, una sensación nueva, porque nunca he estado en una situación así, donde alguien me añore tanto y por tanto tiempo. O sea, normalmente, la que queda en el extremo de la sufridera y por tiempo indeterminado, soy yo. Siempre he culpado a las novelas de Corín Tellado de eso y la ausencia de más material de lectura durante la crisis de Carazo adecuado para mí edad.

He desarrollado una curiosidad por la epidemiología. O tal vez es que quisiera saber un poco más para entender mejor qué pasa. Por ejemplo, no entiendo porqué, si tenemos ubicados los casos, siguen aumentando. Pero luego leí los relatos de gente que ya se recuperó y tiene lógica. Digamos que Pato se enferma. Yo no me voy a separar de él y obviamente me voy a enfermar también.  Es como si existiera una cadena natural de contagio. Nosotros hemos pensado que si la que se enferma soy yo, Pato y Marce se irían a donde los papás de Marce para facilitar mi cuarentena y que nadie más se enferme.

Ha hecho mucho, mucho calor, pero también un poco de brisa. Odio los zancudos en la noche y los persigo como van Helsing a Drácula. Cuando apagamos las luces, se oía el zumbido como de un batallón listo a atacar, pero gracias a las plaquitas, no nos molestaron.

Terminé de ver Freud y creo que la veré de nuevo. Sí, exagerada y mala, pero creo que el capítulo 7 retoma y trata de mostrar, de forma muy básica, como las líneas principales del pensamiento de Freud, el matar al padre, el Edipo, el subconsciente y el inconsciente. A mí me entretuvo bastante.

Salimos caminar con Pato a las 4. Ya ha bajado el calor y creo que nos hace bien a los dos. Son apenas 400 metros. Cuando hay cuestas, jugamos a que son toboganes y bajamos corriendo. Tratamos además de no majar rayas. Trato, por todos los medios, que él no se aburra, que encuentre gracia en estas cosas. Me pregunto cómo recordará esta época o si la recordará del todo cuando ya todo haya pasado.

En Nueva Zelanda, la primera ministra declaró que el Conejo de Pascua y el Hada de los Dientes son trabajadores esenciales. Eso son buenas noticias para todos los chiquitines encerrados en sus casas. Ellos tienen solo una muerte por el virus y creo que un contagio similar al nuestro.

NY, en cambio, ya tiene más contagios que varios países juntos. Es difícil imaginarse esa realidad. Lo escribo y sigue sonando como una película. Somos tan frágiles…

He estado pensando si realmente necesito salir. Creo que por un momento tenía como la idea de que TENIA que salir los días en que podía salir. Y, bueno, resulta que no. No tengo que salir. De hecho es mejor si no salgo. Mejor para todos.

No sé si hoy hay rueda de prensa o si es la última y retoman el sábado. Si dejan de transmitirla por dos días, hay que prepararse para el aumento que anuncien cuando regresen, que probablemente será impresionante y habrá que tener presente que es un acumulado.

Un cliente ayer me ofreció regalarme mascarillas. Es una persona tan particular, tan extraña. Aparece cada cierto tiempo, no paga cuando debe, hace llamadas eternas y por ratos parece que tiene un gran corazón. Ojalá no tenga que tomarle la palabra.

Ya casi llegamos a los 500 casos. Muchos más de cuando empezamos el confinamiento. Eso además significa – creo- que es más peligroso que antes ir al super. Yo sí me siento más asustada, con menos ganas de ir a cualquier lado, por más medidas que se tomen.

Hoy es miércoles Santo y necesito un descanso. Dos días sin trabajar, por lo menos, porque llevo casi 12 seguidos, muy pesados. Necesito recargar.

¿Porqué esta noche es diferente de todas las demás?

2 gotas de lluvia en “483 casos”

  1. Eduardo Mora dice:

    ¿Porqué esta noche es diferente de todas las demás?… cada dia que veo a mi familia encerrada, me he imaginado esa noche eterna antes de la liberación de Egipto, la noche en que el Angel de la Muerte vagaba por las calles. La noche, que para los católicos representa la noche en que Dios no estuvo presente en el mundo, por cuanto Cristo bajó a la muerte para resucitar. En la iglesia cantamos que esta es la noche en que se vence a la muerte… Y pienso que esta cuarentena, este encierro no es diferente de esa noche, estamos esperando la pascua, no la fecha, no el domingo, sino el aviso de que estamos libres de esta enfermedad, que de nuevo se ha derrotado a la muerte.

    Espero no molestar con mi fe… pero vieras que ayuda.

  2. solentiname dice:

    No molesta, para nada. :3

Y vos, ¿qué pensás?