Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

375 casos

desde la isla de

Mantenemos el horario de natación, sin quererlo. Ayer Pato se despertó antes de las 3 y 30 de la madrugada. Claro, se había quedado dormido antes de las 6. Fue difícil que se volviera a dormir, pero lo logré cantándole Cama y Mesa, que es lo que usualmente le canto para dormir.

Yo no pude dormir más. Y aproveché entonces para trabajar en un recurso que se vencía ayer. Fue como en los días de los ataques de pánico más fuertes, buscando jurisprudencia, anotando, revisando sentencias.

La rutina se alteró porque empecé con 3 horas de trabajo, pero quedó bastante bien. Aunque iba tarde, logré hacer todo lo que normalmente hago.

La primera llamada fue sencilla en lo laboral, dura en lo personal. Me contaron de la desesperación de mucha gente con pequeños negocios, la sensación de estar perdidos, sin saber bien qué hacer  hacia dónde ir. La gente está- estamos- en shock y aun no logramos, creo, imaginar un futuro o encontrar soluciones, mucho menos cuando todo cambia tanto en tan poco tiempo. Me impresionó la cifra de 600 despidos en Britt… pero en total en el país hay 180 mil despidos. Ojalá, de verdad, que esto sea temporal.

También me hablaban de cómo en Lindora y en Escazú, la vida sigue como si nada, la gente en los bares y restaurantes, la cantidad de carros. Simplemente no hacen caso. Mi amigo M me dice que es el lugar donde la gente tiene menos fuerza de voluntad para obedecer las recomendaciones aunque eso les cueste la vida.

También empecé el día con el chisme de que ya hay contagio comunitario, pero no se ha logrado probar. De todos los casos, hay 2 que se siguen investigando. El Ministro aclaró que no se puede hablar de contacto comunitario hasta que hay muchos casos en los que no se puede seguir el origen.

Se supone que cuando eso pasa es cuando los verdaderos problemas comienzan. Cuando los casos son de 150 para arriba. Cuando el riesgo de perder a alguien cercano es real.

Mi mamá parece que está buscando algo así. Ayer, sin decirle a nadie, se fue con mi padrastro a una cita a la Bíblica. Parece que él estaba tosiendo mucho y al final resultó que es algo gástrico. No sé si lo que busca es salir, bajo cualquier pretexto o si de verdad quiere contagiarse. Es algo muy contradictorio.

Ayer empecé a poder trabajar con más calma. Ya más parecido a antes, sin toda esa presión de las llamadas de emergencia, tal vez con más pereza, con más descansos. Me podría acostumbrar a esto. No necesito ir a la oficina, solo una silla decente que no se baje durante el día. Y una conexión de internet que no se interrumpa cuando encienden el microondas.

Como parte de la rutina, a medio día paro para ver la conferencia de prensa y luego, ya llevo 3 días que me duermo un ratito. Nunca antes había podido dormir de día, pero ahora con las dificultades para dormirme, el cansancio ayuda.

Estoy viendo Tiger King. Marce me pregunta qué tiene de interesante. En realidad nada, pero las historias de los personajes son tan bizarras que es interesantísimo verlo. Me gusta ver lo diferentes que somos los seres humanos. Quiero también ver Freud, porque está en alemán. A veces, en las noches, cuando le leo a Pato los cuentos en alemán, siento que no entiendo nada, solo voy haciendo los sonidos.

Decidí que no me voy a hacer la extracción el viernes. Nada de gestiones o salidas innecesarias, pero me da cosa por mi dentista. Ni modo.

Anoche soñé que estaba en una casa grande, como de oficinas y un cliente me decía que yo no tenía idea de lo difícil que era estar dándole seguimiento a que metieran a un empleado en planilla, que había que estar correteando al agente, que se le olvidaba, que esto, que lo otro. En otra oficina, había una mujer gordita, de colochos, enseñándole a otras cómo ser modelos, y se probaban vestidos que les quedaban hermosos y yo las envidiaba, tan seguras de sus cuerpos. En el salón más grande, la hija de ese cliente organizaba una fiesta de Navidad y eso la tenía emocionada, porque le regalaría a cada trabajador un par de tennis para sus hijos. La comida que tenía preparada era deliciosa y me dejaban probarla diciéndome cuántas calorías tenía cada cosa, como si me importara. Al final nadie llegaba a la fiesta y me avisaban para que fuera a comerme lo que había quedado. Yo trataba de llegar, pero tenía que bajar varios pisos y me equivocaba constantemente de las escaleras que tenía que tomar.

Las restricciones para Semana Santa serán duras. Son enredadas. No tengo claro cuándo podemos salir y cuando no, pero tampoco necesito saberlo porque nos vamos a quedar aquí adentro. Ojalá las personas hagan caso. Ojalá esto pase pronto. Hay más gente internada y más gente en cuidados intensivos. 7.

En la noche me puse a ver noticias un ratito. NY tiene 3 mil espacios de cuidados intensivos, todos ocupados en este momento. Nosotros no llegamos a 500. Si no controlamos esto, será una masacre.

Los sentimientos diarios cambian mucho. Uno siente que se va acostumbrando y al día siguiente se da cuenta que no. Un día te sentís tranquilo y al otro día no. Un día sentís que tenés que sacar todo lo pendiente ya y al otro día ves que no podés o simplemente no querés. Leí esto y me ayudó. No soy yo. Somos los humanos. Y vendrán días mejores, aunque sea en el encierro.

Ayer cumplió años mi hermano y eso no fue diferente para nada. Solo lo saludamos por el chat, tal vez con más bromas de la plaga

Ahora soy una señora que usa anteojos para poder leer el celular.


Gotitas de lluvia

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